Después de tomar Mariúpol, la aviación rusa continúa castigando ciudades importantes del sur de Ucrania, como Odesa. Uno de los últimos objetivos de esos bombardeos ha sido la refinería a 40 kilómetros de la ciudad, justo a orillas del Mar Negro.
Además, las Fuerzas Armadas de Rusia han destruido este sábado un gran lote de armamento y equipos militares del Ejército ucraniano que había sido suministrado por la Administración de Estados Unidos y varios países europeos.
Así lo ha confirmado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, quien ha detallado que el ataque se ha llevado a cabo con misiles de largo alcance modelo 'Kalibr' en las inmediaciones de la estación de tren de la ciudad Malin, en la región de Yimotir, en el noroeste de Ucrania.
Konashenkov ha añadido que también se han destruido instalaciones de almacenamiento de combustible destinado a vehículos blindados de las Fuerzas Armadas ucranianas en la región de Odesa, según explica la agencia rusa de noticias TASS.
El Ayuntamiento de Mariúpol ha hecho un llamamiento a la ciudadanía y los medios ucranianos para que no publiquen imágenes de los "defensores" de la ciudad heridos en su retirada.
Así, las autoridades locales han pedido respetar a los "héroes de la resistencia" y no colaborar con el mensaje que, dicen, se pretende lanzar desde Rusia, recoge la agencia ucraniana Ukrinform.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó el viernes sobre la retirada total del Ejército ucraniano de la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, lo que certifica la toma de la ciudad por parte de Moscú.