El oligarca ruso dueño del Chelsea, Roman Abramovich, preguntó aterrado tras supuestamente ser envenenado: “¿Nos estamos muriendo?”. Él y otros miembros de la delegación que negocia la paz entre Rusia y Ucrania habrían sido envenenados con chocolate que contenía un agente químico.
A Roman Abramovich la piel se le desprendió de las manos y de la cara. En un momento con mucha fiebre mientras era atendido por los médicos, el empresario ruso preguntó si se morían, cuenta un testigo de los hechos al diario The New York Times.
El dueño del Chelsea, que tiene contacto directo con Vladimir Putin, habría sido envenenado en una reunión en Kiev con funcionarios ucranianos. Él y otras personas comieron chocolate supuestamente contaminado con un agente químico.
Los expertos barajan que pudo ser envenenado Cloropicrina, ya usado en la segunda guerra mundial o Novichok, sustancia con la que envenenaron hace años al agente doble de GRU Sergei Skripal y su hija Yulia en su casa en Salisbury, Inglaterra.
La mayoría de expertos se decantan por la Cloropicrina, salvo porque su fuerte olor hace difícil su uso sin que sea detectada. Esta sustancia química puede provocar tos y dificultad grave para respirar. En dosis altas puede causar una acumulación de líquido potencialmente mortal en los pulmones.
A pesar de todo, el oligarca Roman Abramovich ya se encuentra bien. De hecho ayer estaba en las negociaciones de Estambul, donde las partes acordaron que Rusia rebajaría la ofensiva sobre Kiev, después de que Ucrania haya aceptado no entrar en la OTAN. Las cámaras de televisión lo grabaron siguiendo muy atentamente las comparecencias, con un aspecto normal.
En el encuentro de ayer, el primero que abre la puerta de la esperanza, se recomendó a todos los asistentes que no comieran nada, ni bebieran nada por razones de seguridad.