El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha amenazado este lunes con encarcelar a las personas que se nieguen a vacunarse contra el coronavirus. Su política de mano dura es bien conocida, cuando en plena pandemia ordenó a la Policía disparar contra los que incumplían el confinamiento o eran aislados como castigo en jaulas bajo el sol.
"No me malinterpreten, hay una crisis en este país, hay una emergencia nacional. Si no quieres vacunarte, te arrestaré", ha manifestado el mandatario en un discurso, según recoge el portal local GMA.
Duterte ha hecho estas declaraciones al considerarse "exasperado" por informes de que personas que han rechazado recibir el inmunizador en Manila, mientras en el país se intenta acelerar el proceso ante el riesgo de la variante Delta.
Filipinas se propone vacunar al menos a 58 millones de personas este año para lograr la inmunidad colectiva contra el coronavirus. Hasta el momento, 2,1 millones de personas han recibido el esquema completo, mientras se han aplicado un total de 8,4 millones de dosis.
Duterte, en el mismo discurso, ha arremetido contra el Tribunal Penal Internacional (TPI) por la investigación que la Fiscalía tiene pendiente sobre asesinatos vinculados a la lucha contra las drogas.
El presidente filipino ha definido al tribunal como una "mierda" y ha insistido en no cooperar con la investigación que este tiene abierta. "Son antiguos colonizadores, no han expiado sus pecados contra los países que invadieron, incluida Filipinas (...). Ahora intentan crear un tribunal fuera de nuestro país y hacernos responsables de enfrentarnos a ellos", ha criticado, recoge la agencia DPA.
El TPI inició el 8 de febrero de 2018 un examen preliminar sobre la represión del Gobierno filipino en el marco de la lucha las drogas. La semana pasada, la fiscal jefe saliente, Fatou Bensouda, dijo que buscaba una investigación completa, citando "bases razonables para creer que se han cometido crímenes contra la humanidad" en este contexto.
Duterte dijo que estaría dispuesto a enfrentarse a las acusaciones "ante un juez filipino". Más de 7.000 personas han muerto en operaciones policiales contra las drogas en el país en los últimos cinco años.