Un joven filipino de 28 años llamado Darren Manaog ha muerto en la ciudad de General Trias, en Filipinas, después de saltarse el toque de queda. Según han informado diferentes medios locales y familiares del fallecido, el joven fue obligado el pasado 1 de abril por parte de la Policía a hacer 300 sentadillas cuando le encontraron saltándose el toque de queda.
Darren Manaog habría salido de su domicilio a las seis de la mañana para comprar agua en un establecimiento cercano a su casa cuando varios agentes le dieron el alto al encontrarle en la calle durante el toque de queda. Según ha contado su pareja, cuando los policías le detuvieron le llevaron hasta una plaza del municipio junto a otro hombre que, también, se había saltado el toque de queda.
Allí, los agentes les obligaron a hacer 100 sentadillas al mismo ritmo. Eso sí, el castigo tenía una condición: si realizaban los ejercicios de forma descoordinada deberían de empezar de nuevo. Por eso, los dos hombres que se saltaron el toque de queda tuvieron que realizar hasta 300 sentadillas.
Cuando llegó a casa, al joven le costaba caminar, tan solo se arrastraba por el suelo y aseguraba que le dolía todo el cuerpo. Sin embargo, el hombre de 28 años no se lo tomó demasiado en serio y asoció los tremendos dolores a los ejercicios que le obligaron a repetir una y otra vez los agentes.
La pareja de Darren Manaog ha confirmado que horas después de llegar a casa perdió el conocimiento, aunque a los pocos minutos despertó. No obstante, el joven de 28 años murió rato después. Su propia novia ha descrito a varios medios de comunicación cómo se produjo el fallecimiento: “Pidió ayuda para orinar, tuvo una convulsión y su cara se puso violeta. Su corazón se paró, dejó de latir”.
Nada más conocerse la noticia del fallecimiento, los familiares y amigos de Darren Manaog quisieron despedirse de él en las redes sociales. Uno de ellos fue su propio hermano que escribía unas sentidas palabras en su perfil de Facebook denunciando el fallecimiento del joven de 28 años: "Hermano, adiós. Te queremos mucho. No permitiremos que la justicia no investigue tu muerte. Te queremos mucho. Hermano, lo siento".
Por su parte, el jefe de policía de Trias ha negado por completo el testimonio de la familia del fallecido. Marlo Nillo Solero, jefe general de la Policía de Trias, ha asegurado que los agentes nunca ponen ese tipo de castigos para los infractores del toque de queda. “No les castigamos de esa manera”, comenta en una entrevista con el medio de comunicación ‘Rappler’.
Por su parte, Ony Ferrer, alcalde de la localidad, ha querido lanzar un mensaje en sus redes sociales. En la publicación, el alcalde ha condenado los hechos y ha asegurado que se abrirá una investigación para conocer qué pasó y cuáles son las causas de la muerte del hombre.
"En conexión con el inesperado fallecimiento del Sr. Darren Manaog Peñaredondo, inmediatamente ordenamos al jefe de nuestra policía que realizara una investigación justa sobre el incidente de arresto y la aparentemente tortura. Hemos interactuado personalmente con la familia del Sr. Peñaredondo para consolar y ayudar con sus necesidades. Esperemos una claridad inmediata en los eventos y dar tranquilidad y voluntad a la familia Peñaredondo", escribe el alcalde Ony Ferrer en su perfil social.