El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que al menos un millón de refugiados han huido de Ucrania cuando se cumple ya una semana desde que el pasado jueves el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara una operación militar en el país.
"En sólo siete días hemos sido testigos del éxodo de un millón de refugiados de Ucrania a los países vecinos", ha asegurado en su cuenta de Twitter, este miércoles por la noche, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Así, ha hecho hincapié en que "para muchos millones más, dentro de Ucrania, es hora de que las armas callen, para que se pueda prestar una ayuda humanitaria que salve vidas".
Los ministros de Interior de la Unión Europea han logrado acuerdo político para conceder de manera automática a los desplazados de nacionalidad ucraniana una protección temporal que les permita viajar con libertad dentro de la Unión Europea, instalarse en cualquiera de sus Estados miembro, buscar empleo y tener acceso a asistencia médica. "Acuerdo histórico en la reunión de ministros de Interior: La Unión Europea concederá una protección temporal a quienes huyen de la guerra en Ucrania. La UE está unida y es solidaria", ha anunciado el ministro de Interior francés y presidencia de turno de la UE, Gérald Darmanin, en las redes sociales.
De este modo, la protección temporal en toda la UE será automática para todos los ciudadanos de nacionalidad ucraniana y para aquellos apátridas o refugiados que ya tuvieran protección internacional, han explicado las fuentes. Se activará durante un año, prorrogable hasta un máximo de tres.
Sin embargo, los residentes de largo plazo que en la propuesta de Bruselas tenían también acceso a tal protección inmediata quedan fuera de la cobertura automática y será cada Estado miembro quien decida si se la conceden o le asigna un "estatus nacional equivalente".
Por su parte, los migrantes que llevaran menos de cinco años en Ucrania cuando Rusia inició la invasión podrán cruzar a la Unión Europea pero el Estado miembro que los reciba podrá deportarlos a su país de origen si es de manera "segura y duradera".
Las enmiendas introducidas aclaran que si no se puede garantiza el retorno seguro y a largo plazo del migrante, éste deberá recibir un estatus que le permita continuar en la UE, por ejemplo el de asiliado o protección internacional.
El objetivo de dicho acuerdo es evitar el colapso de los sistemas de asilo de los Estados miembro en primera línea de entrada, como Polonia y Hungría, y también favorecer que los desplazados puedan llegar hasta otros países de la UE en donde puedan integrarse más fácilmente, por ejemplo si tienen red familiar.
Países como España -en donde residen 115.000 ucranianos--, Alemania o República Checa ya fueron destinos preferentes para los ucranianos cuando el conflicto tuvo lugar en Crimea en 2014 y Bruselas ve probable que parte de los desplazados de ahora busquen la ayuda de su entorno asentado ya en la UE.