Recorrido por Bucha: el horror de la guerra y una fosa común a primera vista

El periodista Marcos Méndez ha recorrido las calles de Bucha y ser testigo del horror vivido allí. De hecho, ha estado cerca de una enorme fosa común en la que se han enterrado ya unos setenta cadáveres. Allí, junto a la iglesia de la localidad, comenzaron el pasado 10 de marzo a sepultar los cuerpos de los fallecidos.

En dicha fosa común hay cadáveres tanto de víctimas de la guerra como de personas que han muerto por causas naturales. Y es que ya no había sitio en la morgue del hospital ni en ningún otro lugar donde depositar los cadáveres. El cura ha asegurado que fueron duras las negociaciones con los rusos para que les permitieran abrir la fosa. La mayoría de los cuerpos han sido envueltos con bolsas de plástico negro para intentar darles un poco de dignidad.

Coches acribillados a balazos

Todo el centro de Bucha está sembrado de coches que han sido literalmente acribillados a balazos, e incluso en algunos de ellos se pueden ver sillas infantiles en el interior. También encontramos lanzagranadas, probablemente utilizados por el Ejército ruso.

En un jardín o, mejor dicho, en el poco césped que queda delante de una vivienda, han quedado reflejadas las marcas de los vehículos blindados usados por las tropas de Vladimir Putin para entrar en esta localidad ucraniana, donde permanecieron casi cinco semanas.

Además, las barricadas que construyeron los vecinos para intentar frenar el avance de los invasores han quedado como recuerdo en las calles de este devastado municipio ucraniano.