Yulia Timoshenko, conocida como la princesa del gas ha vuelto a aparecer en la agenda política de Ucrania por sus declaraciones apoyando a su pueblo y a Volodomir Zelenski. La política se hizo conocida por ser dos veces primera ministra del país, ser condenada a prisión y llevar siempre el mismo peinado, que la ha acompañado a lo largo de los años.
En los últimos días ha sido retratada por los fotógrafos y ha concedido una entrevista a France 24, en la que agradece "al mundo entero por su apoyo y las sanciones contra Putin", asegura al medio francés. "El mundo debe unirse para ponerle fin a esto" y asegura que si el ejército de Putin bombardea las plantas de energía nuclear, la tragedia será para todo el continente.
Timoshenko nació en 1960 en Dnipropetrovsk, entonces en la Unión Soviética. En 1995 se convirtió en presidenta de la United Energy Systems of Ukraine, la empresa que importaba gas de Rusia para después enviarlo a occidente o venderse internamente. El éxito de este negocio le valió el nombre de "la princesa del gas", con el que todavía es conocida.
Sin embargo, pronto abandonó la empresa para pasarse al mundo de la política y tuvo un importante papel en la Revolución Naranja. Timoshenko fue primera ministra en dos ocasiones, entre enero y septiembre de 2005 y de nuevo entre diciembre de 2007 hasta marzo de 2010.
Después de su último cargo se iniciaron varios procedimientos en su contra hasta que en 2011 fue arrestada por los contratos de gas que firmó con Rusia durante su cargo y que fueron tachados de "desventajosos para Ucrania".
Amnistía Internacional solicitó su puesta en libertad por tratarse de un procesamiento de motivación política, y no delitos reconocibles internacionalmente. En ese momento, la empresa rusa Gazprom había incrementado el precio del gas un 40% y Ucrania tenía que cubrir las necesidades. La primera ministra aceptó un acuerdo con Vladimir Putin que, según la acusación, costó al Estado unas pérdidas de 194,6 millones de dólares.
En 2014, tres años después de su condena, la ex primera ministra fue liberada y se presento a las elecciones como presidenta, aunque no ganó la primera vuelta. En 2019 volvió a presentarse para presidenta, pero quedó tercera, ganando las elecciones Volodimir Zelenski.