Ha sido el propio príncipe Andrés de Inglaterra quien ha anunciado que “abandona sus actividades públicas”, una decisión a la que se ha visto obligado tras el escándalo de su relación con el pederasta Jeffrey Epstein. Esto sucede días después de haber concedido una entrevista para dar explicaciones sobre su amistad, unas explicaciones que no convencieron a nadie, incluso en un momento de la entrevista bromea sobre las acusaciones.
En un comunicado hecho público, afirma que "me ha quedado claro durante los últimos días que las circunstancias relativas a mi antigua asociación con Jeffrey Epstein se han convertido en una gran perturbación para el trabajo de mi familia y el valioso trabajo que realizan las muchas organizaciones y organizaciones benéficas que apoyo con orgullo"
"Sigo lamentando de forma inequívoca mi imprudente asociación con Jeffrey Epstein. Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuesta, particularmente para sus víctimas, y simpatizo profundamente con todos los que se han visto afectados y quieren algún tipo de cierre. Sólo puedo esperar que logren reconstruir sus vidas. Por su puesto, estoy deseando ayudar a cualquier organismo de las autoridades con sus investigaciones, en caso de que lo pidieran"