El Departamento de Justicia de los Estados Unidos exigió oficialmente a Reino Unido que permita que el Príncipe Andrés sea interrogado sobre sus vínculos con el difunto multimillonario pedófilo Jeffrey Epstein.
El Duque de York, de 60 años, se había negado anteriormente a ser interrogado por los fiscales de Nueva York, en relación con su investigación de la histórica red de tráfico sexual de Epstein. Y aunque él desmiente "categóricamente" cualquier delito, Virginia Roberts Giuffre, ahora de 36 años, lo acusa de haber abusado de ella en tres ocasiones diferentes entre 2001 y 2002, cuando el norteamericano la explotaba sexualmente.
Según 'The Sun', el Departamento de Justicia de EEUU ya solicitó al Reino Unido 'asistencia jurídica mutua', es decir, habilitar un acuerdo entre ambos países para garantizar una investigación judicial. Así, por primera vez, el príncipe Andrés podría tener que responder sobre estas graves acusaciones bajo juramento. Las solicitudes de 'asistencia jurídica mutua' solo se utilizan en casos penales y el pedido podría desembocar en una orden para que el miembro de la Casa Real Británica sea interrogado ante un tribunal local, por ahora, como testigo. El diario, además, informa que la Justicia británica aún no han tomado ninguna decisión en relación a la solicitud, y es probable que el propio Andrés desconozca la citación porque tanto Estados Unidos como el Reino Unido están obligados por ley a mantenerla en secreto.
Los fiscales norteamericanos tendrán dos opciones: pedir que el Duque de York declare de manera voluntaria a través de un escrito judicial, o en el caso de que se niegue a declarar, pueden exigir una orden para que se presente ante los tribunales de Londres.
A diferencia de su madre, la Reina Isabel II, el Príncipe Andrés no tiene inmunidad diplomática pero sí cuenta con un privilegio, el de mantener cualquier interacción con la Justicia "a puerta cerrada", lo que significa que de concertarse la sesión sería privada, sin prensa ni público y con secreto de sumario.
La amistad del tercer hijo de la reina con el financista norteamericano se transformó en una pesadilla para la monarquía británica. Giuffre asegura que fue forzada por el mismo Epstein, para tener relaciones sexuales con el príncipe Andrés en Londres cuando ella aún era menor de edad y la prensa local lleva meses contando detalles de la participación del Duque en las fiestas sexuales que organizaba el norteamericano.
En diciembre de 2019, Andrés admitió sentirse arrepentido por haber mantenido su amistad con Epstein después de que fuera declarado culpable de delitos sexuales: "Me quedé con él y eso no es algo digno de un miembro de la familia real, ya que tratamos de mantener los más altos estándares y prácticas", declaró entonces el príncipe en una entrevista ofrecida a la televisión pública británica.
En agosto de 2019, Epstein fue encontrado muerto, ahorcado, en su celda de una cárcel federal de Manhattan, en Nueva York. Según la investigación judicial que lo llevó a prisión, el magnate "explotó y abusó sexualmente a decenas de jóvenes menores de edad en sus residencias de Manhattan, Nueva York, y de Palm Beach, Florida".
Las invitaba a sus mansiones, donde tenía relaciones sexuales con ellas, y "luego les pagaba a cientos de dólares en efectivo", él mismo o sus empleados. "También le pagaba a algunas de sus víctimas para que reclutaran a más chicas para ser abusadas", reveló el expediente de su acusación.