En Nueva York, una agresión machista ha provocado una intervención policial. Dos agentes acudieron a ayudar a una víctima de violencia de género. Atemorizada, la mujer volvió a casa, custodiada, después de que su marido hubiese intentado asfixiarla.
Al llegar a casa, los agentes comprueban que no hay nadie en el interior para que la mujer pueda recoger sus cosas y marcharse a un lugar más seguro. Es en ese momento cuando, horrorizada, comprueba que su marido, Rondell Goppy, está llegando.
El hombre de 41 años abrió fuego contra los agentes y comenzó un tiroteo en el que el atacante finalmente muere abatido a tiros. Las cámaras corporales de los agentes lo grabaron todo.
Los agentes tuvieron que ser operados de urgencia, pero, afortunadamente, fueron dados de alta. La mujer salió ilesa gracias a la rápida intervención policial de estos dos agentes, convertidos en dos héroes.
En esa misma localidad donde se cometió la intervención policial, la líder de la mayoría del Senado Estatal, Andrea Stewart-Cousins, ha pedido la dimisión del gobernador del estado, Andrew Cuomo, tras las acusaciones de acoso sexual vertidas contra él y la presión dentro del partido demócrata para que deje su cargo, mientras el gobernador insiste en que no va a dimitir.
"Nueva York todavía se encuentra en medio de esta pandemia y todavía enfrenta los impactos sociales, sanitarios y económicos de la misma. Necesitamos gobernar sin distracciones diarias. Por el bien del estado, el gobernador Cuomo debe renunciar", ha señalado este domingo en un comunicado recogido por CNN Stewart-Cousins.
A lo que ha detallado que sobre Cuomo pesan "más acusaciones sobre acoso sexual, un ambiente de trabajo tóxico (en su oficina), la pérdida de credibilidad en torno a los datos de las muertes por COVID-19 en residencias de ancianos y preguntas sobre la construcción de un importante proyecto de infraestructura".
También el presidente de la Asamblea de Nueva York, Carl Heastie, ha solicitado la dimisión del gobernador a través de su cuenta de Twitter, en la que ha insistido en que ha llegado la hora de que "el gobernador considere seriamente si puede satisfacer efectivamente las necesidades de la gente de Nueva York."
Por su parte, y en una llamada telefónica con periodistas que ha recogido Bloomberg, Cuomo insiste en que "no voy a renunciar por las acusaciones, no hay manera de que renuncie". También ha vuelto a negar las acusaciones, dos de las cuales han sido reveladas este fin de semana, que le acusan de comportamiento inapropiado.
"Hay algunos legisladores que sugieren que renuncie por acusaciones que se han hecho en mi contra. Fui elegido por la gente del estado. No fui elegido por políticos. No voy a renunciar por acusaciones", ha culminado Cuomo.
Cuomo enfrenta las acusaciones de cinco mujeres, la última la exasistente Ana Liss, de 35 años, que trabajó para Cuomo entre 2013 y 2015. En una entrevista al 'The Wall Street Journal' ha explicado que al principio vio las acciones del gobernador como coqueteos inofensivos, pero que, con el tiempo, llegó a verlo de forma condescendiente y se sintió profesionalmente disminuida. "Me sentía sólo una falda", ha dicho.