Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) concluyeron este jueves que la población vacunada del país puede ir sin mascarilla en la mayoría de espacios cerrados, aunque deberán mantenerla en sitios con multitudes, como aviones, autobuses y hospitales. La directora de los CDC, Rochelle Walensky, anunció el cambio de reglas en una rueda de prensa, en la que explicó que las autoridades sanitarias han tomado su decisión en base a estudios que prueban la efectividad de la vacuna contra la covid-19.
El anuncio significa que las personas que estén completamente vacunadas podrán volver a una vida casi normal, sin tener que llevar mascarilla o guardar una distancia social en la mayoría de espacios exteriores e interiores. Hasta ahora, alrededor del 59% de los adultos han recibido al menos una dosis, y el país registra alrededor de 38. 000 nuevos casos de covid-19 cada día, o 11 casos por 100.000 personas, una tasa que continúa disminuyendo.
El principal responsable de la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci ha confirmado que quien ha sido vacunado, "no tiene que usar mascarilla cuando esta en el exterior", aunque, matiza, en caso de encontrarse "en una situación de hacinamiento" es preferible utilizarla. En cualquier otro momento, si estás vacunado y estás fuera, déjala de lado".
Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), la agencia de salud pública líder en Estados Unidos, ya recomendaban que las personas vacunadas no usen mascarillas al aire libre o en interiores cuando estén en grupos pequeños con otras personas vacunadas, y ahora ha dado un paso más adelante al sugerir que sea en la mayor parte de casos así. El presidente Joe Biden, quien fijó una fecha para el 4 de julio para que el 70% de los adultos estadounidenses hayan recibido al menos una dosis, ya avanzó en una reunión con los gobernadores que "pronto" llegaría una mayor relajación.
Aquellos que ya están completamente vacunados pueden usar una mascarilla como signo de solidaridad o simbólicamente, pero no beneficia a nadie más", ha manifestado Vinay Prasad, epidemiólogo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF). Para ellos, "existe una probabilidad increíblemente baja de que una infección pueda detectarse mediante una prueba de PCR, y mucho menos transmitirse a alguien"- Aunque las vacunas funcionan bien, no son perfectas y pueden ocurrir infecciones irruptivas. De las más de 117 millones de personas en los EE. UU. que han sido completamente vacunadas, 9.245 dieron positivo por Covid-19. En general, esas enfermedades han sido leves.
La realidad es que los datos acumulados en el mundo real han demostrado que, como predijeron muchos inmunólogos, las vacunas también son muy efectivas contra los casos asintomáticos, confirma Monica Gandhi, profesora de enfermedades infecciosas en la Universidad de California en San Francisco. Un estudio entre trabajadores de la salud en Gran Bretaña mostró una reducción del 86% en los casos asintomáticos después de dos dosis de la vacuna de Pfizer. Y un gran estudio realizado entre la población israelí mostró una eficiencia del 94%. Según los datos de los CDC a finales de abril, alrededor de 9.000 de los 95 millones de personas vacunadas todavía estaban infectadas con el virus, o el 0,009%. Las tasas de hospitalización y muerte fueron 0,0009% y 0,0001% respectivamente. E incluso cuando ocurre un caso en una persona vacunada, la investigación israelí muestra que la carga viral en la nariz es muy baja, presumiblemente demasiado para infectar a otra persona.
"La mascarilla es una herramienta y las vacunas son la solución", deja claro Monica Gandhi, quien ha escrito extensamente sobre la importancia de la mascarilla durante la pandemia y fue una de las primeras en promover su uso universal en los Estados Unidos.
Tampoco debemos olvidar que el aliciente de volver a la normalidad puede motivar a los americanos reacios y escépticos a vacunarse. El principal responsable de la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, ha pedido, de hecho, este jueves a los padres y tutores de los menores de entre 12 y 15 años que animen a sus hijos para recibir la vacuna, pero ha descartado que se trate como una imposición, pues puede traer consigo el efecto contrario.
"Siempre que se habla de exigir algo, ese es siempre un tema delicado. Así que no estoy tan seguro de que debamos exigirle eso a los niños. Deberíamos animarlos", ha señalado Fauci durante una entrevista para la cadena CBS. Las palabras de Fauci se producen un día después de que un panel asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos aprobara de manera unánime el uso de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer para los menores de entre 12 y 15 años.
"Tienes que tener cuidado cuando se marca un requisito así, pues por lo general conlleva muchos retrocesos, retrocesos comprensibles", ha dicho Fauci, quien reconoce que se es un tema "debatible", pero sería "muy importante" que los jóvenes accedieran ya a la vacuna pues los casos serios, "aunque raros, son posibles. El otro aspecto que deben comprender es que cuando los niños se infectan, aunque de hecho no contraigan una enfermedad grave, podrían transmitir la infección de manera inocente a otra persona, tal vez a otro miembro de la familia que es vulnerable y podría causarle problemas", ha advertido.
Fauci no ha sido la única autoridad estadounidense que en las últimas horas ha animado a los más jóvenes a pasar por aguja, el propio jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, tras conocer la decisión de los CDC celebró que dicha posibilidad acercaría aún más al objetivo que se marcó para el 4 de julio, que el 70 por ciento de la población hubiera recibido al menos una dosis de la vacuna.
"Este es un paso más de gigante en nuestra lucha contra la pandemia. Se ve ya la luz al final del túnel del que hemos estado hablando. Se está volviendo más y más brillante. Y necesitamos que todos ustedes la traigan a casa. Los estadounidenses de 12 años en adelante deben vacunarse", ha dicho Biden.
Se prevé que ahora unas 17 millones de personas más pasen a formar parte del calendario de vacunación en Estados Unidos, que hasta el momento ya ha suministrado unas 263 millones de dosis aproximadamente, entre las cuales hay 117 millones que han percibido ambas dosis, lo que supone el 35,5 por ciento de la población total.
La decisión de los CDC se produce pocos días después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobara la autorización del uso de emergencia de las vacuna contra el coronavirus en niños de entre 12 y 15 años, aunque solo un pequeño grupo de estados, entre ellos Georgia y Carolina del Norte, habían indicado a los proveedores que comenzarán a inocular las primeras dosis a los más jóvenes.
Anteriormente, ya se había aprobado el uso de emergencia de la vacuna contra el coronavirus para los adolescentes de 16 años en adelante.