Un piloto chileno ha logrado algo insólito, adentrarse en la boca de un volcán, el Villarrica, en Los Andes chilenos. Solo él lo ha conseguido y lo ha hecho a unos 3.000 metros de altura.
Parece imposible pero él lo ha logrado. Sebastián Álvaro ha entrado en la boca del volcán en activo Villarrica, en Los Andes, enfundado en su wingsuit, un traje aéreo. Ha sido una experiencia única para contemplar de cerca este fenómeno de la naturaleza.
El volcán Villarrica está situado en el límite de las provincias de Cautín (región de la Araucanía) y Valdivia (región de Los Ríos), en Chile, entre los lagos Villarrica y Calafquén. Es uno de los más activos de Sudamérica, y tiene una forma cónica casi perfecta.
El volcán está cubierto por un glaciar de casquete de 40 km² con un volumen de 8 km cúbicos, además de un manto de nieves que se eleva a partir de la cota de los 1.500 metros.
En su cima se halla un cráter de 200 m de diámetro, al fondo del cual (a una profundidad variable de entre 100 y 50 m) se encuentra un lago de magma permanente (lago de entre 30 y 50 m de diámetro), que alternativamente sube y baja de nivel. Este lago presenta una intensa fumarola, que frecuentemente es acompañada de actividad eruptiva débil.
Ahí, es donde ha entrado este arriesgado piloto. La última erupción fue de diciembre de 1984. Desde entonces, el cráter ha permanecido abierto, mostrando esporádicamente un pozo de lava activo en su interior.