Un joven de 19 años, Oscar Lundahl, pescó un extraño pez en las aguas del norte de Noruega. El joven es un guía de pesca que estaba buscando un 'halibut ', sin embargo, se encontró una quimera.
A casi 800 metros y tras 30 minutos de pelea, el pescador se encontró este pez de ojos grandes (desarrollados para ver en la oscuridad de las profundidades) y "con un razonable parecido al aspecto de un dinosaurio". El animal pertenece a la familia de los 'quimeriformes' que incluye a la quimera común como la pescada por Lundahl y a los tiburones fantasma.
Este espécimen se trata de una 'quimera común' o 'chimaera monstrosa'. Se alimentan de crustáceos de las profundidades y son inofensivos para los seres humanos pese a que su nombre provenga del famoso ser mitológico de cabeza de león y cola de dragón.
Intentaron devolverlo al mar pero el el pez no sobrevivió debido al cambio de presión, el joven decidió llevársela a casa y al menos, tener la cena hecha "a pesar de su apariencia estaba muy sabroso, es parecido al bacalao aunque mejor".