La preocupación por la contaminación de un alimento tan importante para una dieta saludable como el pescado es cada vez mayor. El mercurio invade nuestros mares. Según un estudio de una universidad estadounidense, su concentración en los peces ha aumentado como consecuencia del calentamiento global.
Nuestros mares son el mayor vertedero del planeta: plásticos, microplásticos y metilmercurio llegan a nuestra cadena alimentaria a través de los peces. A pesar de las estrategias internacionales para reducir las emisiones de este metal tóxico, un estudio de Harvard apunta a un aumento de los niveles en nuestro pescado. Una de las causas: el cambio climático.
Cuando el agua se calienta, los peces de sangre fría están más activos e ingieren más alimento. En el atún rojo del Atlántico se ha acumulado un 56% más, según el estudio. La sobreexplotación de los caladeros también obliga a estas especies a cambiar a dietas con más concentración de toxina.