La situación provocada por la pandemia del coronavirus en India continúa siendo dramática. Pese a que el volumen diario de contagios parece haber descendido respecto a semanas previas, en que la temida variante B.1.617, –más conocida directamente como la variante india–, no paraba de dejar máximos diarios de decesos y positivos por covid-19, todavía sigue habiendo más de 3.500 muertes diarias. Además, tampoco deja de crecer la sospecha de que las cifras serían incluso mucho más abultadas de lo que reflejan las autoridades sanitarias del país.
El propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lo ha manifestado en diversas ocasiones durante sus comparecencias de análisis de la situación epidemiológica: “el sistema de vigilancia de la India es más deficiente”, llegó a afirmar, señalando que los datos, incluso cuando revelaban 300.000 casos diarios a finales de abril, debían ser interpretados con cautela y con ello en cuenta.
En este contexto, las imágenes que siguen llegando desde el país continúan siendo sobrecogedoras. Los miles de fallecidos en la última ola de coronavirus contra la que lidia la nación ha dejado en el absoluto colapso a los servicios sanitarios, y también a los crematorios, que no dan abasto con la llegada de tantos muertos.
Tal es la situación que el incineramiento de los cuerpos y los ritos de despedida en numerosas ocasiones han quedado plenamente a cargo de los propios familiares, y han sido muchos los que, en medio de la crisis, la desesperación y el caos provocado por el SARS-CoV-2, han lanzado los cadáveres a los ríos. De hecho, el pasado 16 de mayo India confirmaba que habían sido localizados más de 900 cadáveres de víctimas de la covid-19 en el Ganges.
Más allá, causando todavía más desolación y redoblando las imágenes de terror, como informa Daily Mail, en los últimos días se han visto episodios espeluznantes con perros callejeros alimentándose con los restos humanos de algunas de esas víctimas que han sido lanzadas a los ríos y han llegado hasta la orilla.
Concretamente, las imágenes se han podido contemplar junto a la orilla del río Bhagirathi, en la ciudad india de Uttarkashi, donde según relata el medio británico un hombre que estaba pintando en la zona observó que los perros mordían algo, y comprobó que se alimentaban de los fallecidos que llegaron hasta el lugar arrastrados por las aguas.
“Siento que es la muerte de la humanidad”, manifestó, en declaraciones recogidas por NDTV.
La imagen ha multiplicado el miedo entre los lugareños, que en su fobia llegan a temer incluso que la enfermedad pueda llegar a propagarse a través del agua o de los propios perros.