La crisis del coronavirus ha hecho que la percepción de los españoles sobre el gigante asiático cambie. Si bien ahora vemos a China como una fuente de potencial amenaza para España, a su vez también lo percibimos como un aliado fuera de UE que deberíamos tener como preferente. ‘Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca’.
Esa ha sido la conclusión llevada a cabo de la 41 oleada del Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE), presentada este jueves.
Para el investigador principal del instituto sobre Asia, Mario Esteban, está claro que la actual crisis del coronavirus ha tenido que ver con esta percepción porque los datos de los últimos 15 años arrojan una imagen de China que se percibe como amenaza desde el punto de vista comercial, pero "la pandemia ha incorporado una nueva dimensión, la del contagio de enfermedades".
El estudio se basa en 1.000 encuestas realizadas en España entre el 2 y el 19 de marzo, cuando el coronavirus era ya una preocupación internacional y se había vivido su incidencia en China y en Italia, pero no tanto en España. De hecho, solo 69 de esas entrevistas se hicieron después de la declaración del estado de alarma.
La encuesta concluye que los españoles otorgan a China un nivel de amenaza de 5,3 sobre 10, muy similar al 5,2 que recibe Estados Unidos que es, además, el aliado preferido por los españoles fuera de la UE (58 por ciento frente al 34 por ciento de China). El principal motivo de esa amenaza, en ambos casos, es el comercial y, de hecho, la guerra comercial entre ambas potencias también la perciben los españoles como preocupante.
"Que las principales amenazas sean también los aliados preferidos es muy coherente, es racional querer como aliado al que también pueda ser percibido como amenaza", ha explicado la investigadora principal de Elcano y directora de su Observatorio sobre la imagen de España, Carmen González Enríquez, en una rueda de prensa por videoconferencia.
Para Mario Esteban, lo llamativo es el aumento de esa percepción de la amenaza desde China, de más de un punto desde 2018, "el país que más ha aumentado", ha dicho. Un 70 por ciento de los encuestados mencionaron el comercio como origen de la amenaza y un 25 por ciento el contagio de enfermedades.
Esteban también destaca que la imagen de China no se ha hundido (se mantiene en 5 puntos, tres décimas más que en noviembre de 2017) pero que no ha crecido tanto como la de otros países. De hecho, afirma "de manera tajante que la crisis no está suponiendo una oportunidad para que China mejore su imagen", al menos no en España.
"Tampoco la ha hundido, ha tenido un efecto limitado y moderado. La diplomacia pública muy activa, la diplomacia de mascarillas y las entrevistas han sido más bien un control de daños que una oportunidad para mejorar su imagen internacional", ha señalado.
Lo significativo, a su juicio, es que, mientras la relación con China ha sido tradicionalmente objeto de consenso entre los dos grandes partidos, ahora Vox "está rompiendo con esto" y está introduciendo otra línea, "muy crítica con el papel de China en el ámbito internacional y con la dependencia de China", unos argumentos "que vienen directamente de la órbita de Donald Trump".
Así, es de esperar que cierto debate sobre las relaciones con China se haga un hueco en la política exterior española. En esa línea, González Enríquez ha detectado un aumento del interés por las noticias internacionales: en 2018 un 41 por ciento se decía bastante o muy interesado, y ahora es un 61 por ciento.
Pese a que la encuesta no comprende prácticamente el periodo de estado de alarma, la investigadora sí cree que la amenaza de la enfermedad, que ya se conocía en los días anteriores, ha provocado cierta "cohesión de grupo" ante la amenaza que, en el sondeo, se refleja en lo que denomina "orgullo de ser español".
En 2018 eran un 40 por ciento los españoles que se proclamaban "muy orgullosos" y ahora superan el 55 por ciento (un 25 por ciento se decían "bastante orgullosos" y esa cifra también ha subido ligeramente).
A juicio de los investigadores, la incidencia de la pandemia se aprecia en la encuesta en datos como que los españoles prefieren ahora a Francia en vez de Alemania como aliado en la UE, o en que quieren que el presupuesto europeo ponga el foco en la investigación y el desarrollo.
Como prioridades de la política exterior española, se decantan por la lucha contra el cambio climático, la ayuda a los países en desarrollo y el apoyo a las empresas españolas en el exterior.
Es llamativo, señala González Enríquez, que los españoles están divididos casi al 50 por ciento sobre si España debería "hacer algo" en relación con la situación en Venezuela.
Entre quienes creen que sí, el 35 por ciento se inclina por apoyar a Juan Guaidó como presidente del país, el 31 por ciento "ofrecerse para mediar" y el 17 por ciento exigir elecciones. Un 3 por ciento habla de apoyar a Nicolás Maduro y un 1 por ciento imponer sanciones.