Los niños y niñas de Dinamarca ya pueden regresar a colegios y guarderías, reabiertos en el país después de que las autoridades danesas hayan decidido levantar las restricciones impuestas en el marco de la pandemia de coronavirus, que en total se ha cobrado más de 300 víctimas mortales en la nación además de más de 6.600 casos confirmados.
De este modo, tras un mes de cuarentena y después de observar que el número de casos y pacientes hospitalizados o ingresados en UCI ha disminuido “significativamente”, incluso más allá de lo esperado por las autoridades, de acuerdo al diario local 'Jyllands Posten', se ha decidido abordar la reapertura de los centros.
De hecho, según la primera ministra, Mettte Frederiksen, los resultados son aparentemente tan positivos que el país se plantea levantar también otras medidas de restricción en todo el territorio.
No obstante, y ante la perspectiva de una pandemia que roza los dos millones de contagios y las más de 129.000 muertes en todo el mundo, la decisión de permitir que los más pequeños vuelvan
a las guarderías, colegios y jardines de infancia no está exenta de crítica y polémica. El Gobierno ha manifestado que la vuelta al colegio de los menores de hasta 13 años de edad servirá para que los progenitores se centren en sus trabajos y ayuden a impulsar la economía, pero lo cierto es que son muchos los que ven con recelo la medida.
En las redes sociales, un grupo de padres ha abierto y difundido una página de Facebook en la que defienden que sus hijos continúen en casa y no sean empleados “como ratas de laboratorio”. “Es poco lo que se sabe del virus como para que sea seguro exponer a los niños al riesgo de ser contagiados”, subrayan.
En este contexto, son muchos los padres que han llamado a boicotear las medidas de reapertura, que se han acometido siguiendo distintos criterios y limitaciones, siendo por ejemplo el número máximo de alumnos de diez, con la premisa de seguir manteniendo el distanciamiento social.
Por otro lado, buena parte del sector empresarial ha aplaudido la propuesta de Frederiksen, quien estima oportuno ampliar la primera fase de relajación de las medidas adoptadas en el marco del confinamiento.
Dinamarca, aunque a través de unas medidas diferentes, sigue de este modo los pasos de Austria, primer país de la Unión Europea en retirar las medidas de cuarentena y reabrir algunas tiendas, aunque los colegios permanecen cerrados.