Se restablece, poco a poco, el suministro de combustible en Estados Unidos tras el ciberataque al mayor oleoducto del país. Los piratas informáticos paralizaron el envío diario de dos millones y medio de barriles de carburante. Se han visto hasta peleas entre los conductores que han colapsado las estaciones de servicio. El precio de la gasolina se ha disparado.
Las advertencias de la Secretaria de Energía para intentar evitar el pánico entre la población asegurando que igual que no hubo motivo "para acumular papel higiénico al comienzo de la pandemia, no debería haber ningún motivo para acumular gasolina" no han tenido el efecto deseado.
Miles de conductores se agolpan en las gasolineras de EEUU intentando llenar los depósitos de sus vehículos. La tensión es tal que se han visto violentas peleas.
Todo empezó el pasado viernes, cuando el operador de oleoductos estadounidense Colonial sufría un ciberataque que paralizó su actividad. El precio de la gasolina se ha encarecido en el país casi 22 céntimos de euro.
La compañía suministra aproximadamente el 45 por ciento del combustible que se consume en la costa este de Estados Unidos, unos dos millones y medio de barriles diarios. Los piratas informáticos paralizaron el envío diario de dos millones y medio de barriles de carburante.
Colonial ha asegurado que no ha pagado ningún rescate a los ciberpiratas y que su servicio se restablece paulatinamente.
Un ataque que ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de infraestructuras críticas.