Más de 150 palestinos han resultado heridos este viernes en enfrentamientos con las fuerzas de Israel en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, en el marco de la escalada de violencia en la zona.
Los enfrentamientos entre palestinos y la Policía de Israel han estallado a primera hora, alrededor de las 6.30 horas (hora local). La Policía israelí ha explicado en un comunicado que sobre las 4.00 horas (hora local) docenas de personas han marchado por la zona, ondeando banderas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Según la Policía, los manifestantes han comenzado a lanzar piedras y fuegos artificiales a los agentes israelíes y a apilar piedras y otros objetos para montar barricadas.
Los agentes israelíes han asegurado que han esperado a que terminara el rezo de la mañana antes de dispersar a los manifestantes de la Explanada de las Mezquitas y, tras ellos, algunos palestinos se han atrincherado dentro de la mezquita de Al Aqsa, desde donde han lanzado más piedras.
La Media Luna Roja Palestina ha informado de que 153 personas han resultado heridas en los enfrentamientos, dos de ellos en estado grave. Entre los heridos figuran paramédicos y periodistas.
Según la Policía, tres agentes israelíes han resultado levemente heridos tras alcanzarles las piedras y dos de ellos han requerido atención médica.
El Ministerio de Exteriores de Israel ha aclarado en un comunicado que los agentes israelíes no han entrado en la mezquita de Al Aqsa, que es el tercer lugar más sagrado para el Islam. La Explanada de las Mezquitas, también conocida como Monte del Templo, es el lugar sagrado del judaísmo.
"Hombres enmascarados han lanzado piedras y fuegos artificiales, profanando la mezquita de Al Aqsa. Al contrario de lo que las informaciones falsas dicen, la Policía no ha entrado en la mezquita", ha indicado en Twitter. No obstante, más tarde puede verse que los agentes sí han penetrado en el lugar, según un vídeo publicado en redes sociales y recogido por el diario 'The Times of Israel'.
Según la agencia de noticias Wafa, las fuerzas israelíes han irrumpido en los patios de la mezquita y han disparado granadas de aturdimiento, gases lacrimógenos y balas recubiertas de goma.
Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha considerado el "asalto" a Al Aqsa como "una declaración de guerra" al pueblo palestino, por lo que ha pedido una "intervención inmediata" de la comunidad internacional "para detener esta bárbara agresión israelí" y "para que las cosas no se salgan de control".
"Nuestro pueblo palestino no permitirá que las fuerzas de ocupación y los colonos israelíes monopolicen la mezquita de Al Aqsa y la defenderán a toda costa", ha asegurado.
El ministro de Asuntos de Jerusalén, Fadi al Hadmi, ha condenado lo ocurrido y ha responsabilizado "plenamente" al gobierno de Israel. Así, ha asegurado que el número de agentes policiales desplegado en el lugar indica "que el asalto ha sido premeditado", al tiempo que ha destacado que se trata de una "violación flagrante de la situación histórica" de la mezquita.
Al Fatá, por su parte, ha incidido en que no permitirá que Israel "imponga su control" sobre la mezquita y ha acusado al Gobierno de Israel de ser "la verdadera incubadora de este extremismo". En este sentido, ha garantizado que "permanecerá en la primera línea de defensa". Además, ha condenado el "silencio árabe, islámico e internacional" por los "crímenes" contra el pueblo palestino.
Hamás ha asegurado en un comunicado que Israel rendirá cuentas por sus "brutales asaltos". "Nuestra gente en Jerusalén no está sola en la batalla por Al Aqsa. Todos los palestinos, su noble resistencia y su poder vital están con ellos", ha indicado el portavoz de Hamás, Fauzi Barhum, ha recogido la agencia de noticias palestina Maan.
Por otro lado, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, se ha reunido con el comisionado de la Policía, Kobi Shabtai, y ha asegurado en su cuenta de la red social Twitter que las autoridades trabajan "para proporcionar seguridad a los ciudadanos israelíes".
El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, ha afirmado que Israel está comprometido con garantizar "la libertad de culto" de las personas "de todas las confesiones en Jerusalén". "Nuestra meta es permitir la oración pacífica de los creyentes durante las vacaciones por el Ramadán", ha agregado en un comunicado, en el que ha calificado de "inaceptables" los enfrentamientos de la jornada.
Por otro lado, un menor palestino, de 17 años, ha fallecido este viernes tras resultar herido en enfrentamientos con las fuerzas de Israel.
El Ministerio de Salud palestino ha confirmado la muerte del menor, llamado Shaukat Kamal, en la localidad de Kafr Dan, en Yenín, al norte de Cisjordania, según ha informado Wafa.
La escalada de violencia tiene lugar durante el mes sagrado del Ramadán, un período que típicamente es objeto de gran tensión. Además, se produce en el marco de las redadas que el Ejército de Israel lleva a cabo en los territorios palestinos a causa de los ataques de las últimas semanas contra israelíes.
Un total de 14 personas han muerto en la ola de ataques, que ha desatado contramedidas como las redadas y las detenciones, que a su vez alimentan la violencia.