David Riston, un hombre de 49 años de Maryland, en Estados Unidos, ha sido encontrado muerto en su casa junto a sus particulares compañeras de piso: 124 serpientes enjauladas.
El hombre falleció por envenenamiento accidental después de que una de sus mascotas le atacara, según han confirmado las autoridades y como recoge La República.
Entre las numerosas especies que se encontraban en su domicilio había serpientes exóticas, como de cascabel, cobras, mambas negras e incluso una serpiente pitón birmana que medía 14 pies de largo (más de 4 metros).
Tras varios días de investigaciones las autoridades han concluido que la víctima falleció de manera accidental por el envenenamiento de una de esas serpientes.
Las autoridades se han hecho cargo del centenar de animales que quedaba en la casa tras la muerte de su dueño.