A partir del miércoles, 9 de junio, Francia permitirá la entrada de turistas europeos vacunados con la pauta completa. Sin necesidad ya de pruebas recientes de antígenos o PCR, que quedarán para quienes aún no hayan recibido las dosis pertinentes contra el coronavirus aprobadas por la EMA.
El país vecino da un paso hacia la nueva normalidad del turismo en verano que ya dieron Italia y Grecia hace tres semanas, los primeros de la UE en abrir sus puertas sin cuarentenas ni más tests a su entrada a los europeos ya inmunizados. También aceptan con esta condición a británicos e israelíes.
Apertura que en el caso francés es diferente. Solo permiten más allá de la UE, de momento, a los vacunados de Australia, Corea del Sur e Israel, pero no a los de Reino Unido ni Estados Unidos, a los que les seguirá exigiendo una prueba diagnóstica.
Un puzzle en aduanas en el que Portugal se resiente estos días por su salida durante dos semanas de la lista verde de los turistas británicos, claves para su recuperación. Mientras, las pruebas diagnósticas dos o tres días antes del viaje son la principal vía de entrada para ciudadanos europeos en el resto de países de la Unión.
Así ocurre en Alemania, que todavía establece, eso sí, cuarentenas de 10 días para quienes provengan de zonas de riesgo, como gran parte de España según su valoración. Lo mismo que establecen Bélgica y Holanda. Para viajar desde nuestro país a Reino Unido son necesarias tres pruebas diagnósticas. Una antes de llegar, otra al segundo día y una tercera seis días más tarde. Tests pagados de cada bolsillo y, también, con una cuarentena obligatoria.