La mitad de los hoteles en la Costa del Sol están abiertos, pero ni aún así se alcanzarán niveles aceptables de ocupación después de que el Reino Unido mantuviera a España como destino no aconsejable. Los hosteleros y comerciantes de Málaga están desolados ante la práctica ausencia de visitantes británicos. Demandan al gobierno español que agote todas las vías posibles para lograr que el Reino Unido revierta su decisión.
La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), trasladó el pasado viernes su "enorme preocupación" ante la actualización del Gobierno británico respecto a la salida de estos viajeros hacia España, y por consiguiente hacia la provincia de Málaga, donde es el principal mercado internacional. El mantener las restricciones este mes supondrá ralentizar el ritmo de reaperturas previsto y, por tanto, la incorporación de trabajadores a los establecimientos.
Reino Unido mantiene a España en semáforo ámbar, sin perspectivas de cambio durante todo el mes de junio, debido, han precisado desde la patronal hotelera, "no sólo al cambio de Portugal de verde a ámbar, sino que Baleares y Canarias cuyas previsiones eran de cambio a verde, se mantienen como el territorio nacional".
Con la situación ámbar, cualquier ciudadano de Reino Unido que viaje a países con este color, debe realizar una prueba PCR 24 horas antes del inicio del viaje al exterior y, además, a su vuelta debe guardar confinamiento domiciliario de 10 días así como la obligatoriedad de realizar una nueva prueba PCR. Esto, según los hoteleros, "imposibilita de forma clara las intenciones de viajar a España de cualquier turista británico por motivos de confinamiento a la vuelta, y por el incremento de costes del viaje que provoca la realización de dos pruebas PCR".