Un padre de Melbourne, Australia, que mató de un disparo en la cabeza a su propia hija y su esposo, en parte porque no fue invitado a su boda, ha sido encarcelado de por vida en un crimen que los fiscales califican de "insensible y cobarde".
Osman Shaptafaj, de 57 años, ha comparecido este martes ante la Corte Suprema de Victoria, donde se le ha ordenado cumplir dos cadenas perpetuas al mismo tiempo después de declararse culpable de asesinar a Lindita Musai, de 25 años, y Veton Musai, de 29, en el suburbio de Yarraville hace unos dos años.
Shaptafaj tendrá que cumplir al menos 35 años por la condena, lo que significa que tendrá noventa años antes de ser elegible para libertad condicional. Durante la Corte Suprema se dieron detalles sobre cómo el hombre esperó a la pareja durante casi dos horas en la víspera de Año Nuevo antes de dispararles a ambos en la cabeza a quemarropa.
Shaptafaj dejó tirados los dos cadáveres en el porche de la casa de los Musai -la pareja residía al lado- y llamó al timbre para que pudieran encontrarlos. Luego caminó hacia los pastizales cercanos donde se disparó varias veces mientras varios transeúntes lo observaban. Ahora tiene una lesión cerebral y ha perdido su ojo derecho.
Shaptafaj afirma que no recuerda lo que sucedió. La Corte Suprema llegó a escuchar que el hombre creía que estaba atrapado en un "fallo" de un videojuego de disparos en primera persona ambientado durante la Guerra Fría.
El juez Andrew Tinney calificó los crímenes de Shaptafaj de "cobardes". "Le ha quitado la vida a dos jóvenes. Sus crímenes fueron premeditados, llevados a cabo contra dos miembros de su familia que legítimamente deberían haber esperado que usted fuera su protector, no alguien que los mataría tan salvajemente", subrayó.
"Permitiste que tus sentimientos injustificados de resentimiento e ira hacia ellos te llevaran a cometer crímenes atroces. En vista de su edad actual, el largo período que se requiere pasar le haría inelegible para la consideración de la libertad condicional hasta que sea bastante anciano", añadió Tinney.
Cuando Shaptafaj tomó la decisión de asesinar a su hija, Lindita, y a su esposo Veton, su relación era nula. Los fiscales destacaron que el hombre de 57 años había sido un esposo y padre violento, lo que finalmente provocó su divorcio y dejó a sus hijos odiándolo.
En 2011, los hijos de Shaptafaj y su exesposa cortaron todo contacto con él y siguieron con sus vidas, y Lindita y Veton se casaron en diciembre de 2018. "Como era de esperar... no fue invitado a asistir a la boda de Lindita y Veton, ni Veton solicitó su permiso para casarse con su hija. Todo indica que ambos hechos fueron puntos dolorosos para él", detalló el juez Tinny. Un crimen de "violencia familiar imperdonable".