La participación de Novak Djokovic en el Open de Australia continúa en el aire y la tensión no hace más que crecer. Su padre, Srdjan Djokovic, ha estallado, después de que el gobierno australiano le negase la entrada al país al número uno del mundo por no estar vacunado contra el coronavirus.
Novak Djokovic tendrá que esperar aislado en un hotel de Melbourne hasta el próximo lunes, al menos hasta las cuatro de la tarde, tras la orden judicial que su equipo de abogados consiguió para evitar que fuera deportado del país antes de esa fecha. Será ese mismo lunes, una semana antes de que comience el Open de Australia, cuando se decida si finalmente el serbio puede participar o no en la competición.
El padre de Djokovic afirma al respecto que su hijo está "prisionero" de las autoridades australianas. Considera, además, que "todo el mundo libre debería levantarse" contra esta injusticia y apoyar "al Espartaco del nuevo mundo".
"Novak y su equipo presentaron los mismos documentos que otros 25 tenistas -que recibieron exenciones- y no tuvieron ningún problema, solo Novak", afirmó en declaraciones a Sky News. "Querían humillarlo. Podrían haber dicho 'no vengas, Novak', y eso habría estado bien. Pero no, querían humillarlo y aún lo mantienen en prisión", añadió sobre el confinamiento de su hijo. El tenista se encuentra retenido en el Park Hotel, un centro de cuarentena estatal en Melbourne que también ha albergado a solicitantes de asilo, mientras espera el resultado de una apelación contra la decisión de la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF) de cancelar su visado de entrada y deportarlo.
En este sentido, reiteró que el tenista "no está detenido, está en prisión". "Se llevaron todas sus cosas, incluso su cartera, lo dejaron solo con su teléfono y sin cambiarse de ropa, sin ningún lugar para lavarse la cara", indicó.
El gobierno de Australia impidió el ingreso al país de Djokovic, nueve veces ganador del Open de Australia, tras más de ocho horas en el aeropuerto, al no tener en regla el visado y "no cumplir" la exención médica por la que se le había autorizado un día antes a disputar el primer 'Grand Slam' de la temporada. Un hecho que ha herido el orgullo de los Djokovic. "Nuestro orgullo es un prisionero de estos idiotas, qué vergüenza, todo el mundo libre junto con Serbia debería levantarse. Esta no es una batalla de Serbia y Novak, es una batalla para miles de millones de personas, por la libertad de expresión y de comportamiento", declaró Srdjan.
Asegura que su hijo, a quien califica como 'El Espartaco del nuevo mundo', no violó ninguna ley, "al igual que siete mil millones de personas no violaron ninguna ley, quieren someternos y que todos estemos de rodillas"
El número uno del mundo, que en varias ocasiones mostró su oposición a la vacunación, publicó en las redes sociales que había recibido un "permiso de exención" para ingresar en el país, pero la ABF se negó a dejarlo entrar, diciendo que no había proporcionado las pruebas adecuadas para justificar la exención.
Por su parte, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo que Djokovic está siendo víctima de una "persecución política" por parte del primer ministro australiano Scott Morrison y otros miembros del gobierno del país, y les pidió que lo trasladaran del "horrible hotel" donde está detenido a una casa privada.
La presencia en torneo se complica para el serbio si la decisión final, y en su beneficio, no llega el lunes, algo que ha dejado entrever el juez del caso, Anthony Kelly, que se ha ofrecido a resolver el conflicto en línea para agilizar la sentencia. El Abierto de Australia también necesita buscar un sustituto a Djokovic si finalmente no compite en la pista rápida de Melbourne.
Djordje Djokovic ha leído ante los medios de comunicación el primer mensaje que le ha enviado su hermano desde la habitación en la que está encerrado en Melbourne. "¡Dios lo ve todo! Mi bendición es espiritual y, la de ellos, material", según informa el medio serbio Kurir.
Las autoridades australianas barajan la posibilidad de prohibir la entrada de Novak Djokovic al país durante tres años, según recoge The Age. En esta caso no se trata por ninguna acción protagonizada por el tenista serbio, sino por las declaraciones de su padre Srdjan acusando al gobierno de Australia de tener a su hijo "secuestrado".