La temida variante delta del coronavirus se expande ya por más de 104 países y, lejos de esperar que vaya a mitigarse su presencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que "pronto" puede ser "la cepa dominante que circule en todo el mundo".
Ha sido su propio director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el que lo ha afirmado: "El mundo está observando en tiempo real cómo el virus sigue cambiando y haciéndose más transmisible. Seguimos escuchando informes de todas las regiones del mundo sobre hospitales que están llegando a su máxima capacidad. La variante Delta está arrasando en todo el mundo a un ritmo abrasador, impulsando un nuevo pico de casos y muertes por COVID-19", ha dicho.
Además, ha apuntado que la semana pasada se consolidó como la cuarta semana consecutiva de aumento de casos de COVID-19 a nivel mundial, con incrementos registrados en todas las regiones del mundo, excepto en una. Más allá, ha subrayado, tras 10 semanas de descensos, las muertes vuelven a aumentar.
En los territorios donde ya cuentan con una alta cobertura de vacunación, la OMS ha señalado que la variante Delta "se está extendiendo rápidamente, infectando especialmente a las personas desprotegidas y vulnerables y presionando constantemente a los sistemas de salud"; una situación ante la cual la institución vuelve a alarmar para que los distintos países lo piensen muy bien a la hora de levantar restricciones o flexibilizar medidas.
"Para los trabajadores de la salud que llevan más de un año en una batalla titánica y tienen listas de espera récord que atender, el aumento de las hospitalizaciones a cualquier nivel es un reto para ellos y sus pacientes y para la capacidad general del sistema sanitario. A medida que los países levantan las medidas sociales y de salud pública, deben considerar el impacto en los trabajadores de la salud y en los sistemas sanitarios", ha señalado Tedros.
En los países con baja cobertura vacunal, en cambio, Tedros ha lamentado que "la situación es especialmente grave". "Delta y otras variantes altamente transmisibles están provocando oleadas catastróficas de casos de COVID-19, que se traducen en un elevado número de hospitalizaciones y muertes. Especialmente en los países de bajos ingresos, los agotados profesionales sanitarios están luchando por salvar vidas en medio de la escasez de equipos de protección personal, oxígeno y tratamientos", ha denunciado.
Con todo, Tedros ha querido lanzar un mensaje claro: la pandemia "no ha terminado en ningún lugar". Si bien la situación "es definitivamente peor en los lugares que tienen muy pocas vacunas", el director general de la OMS insiste en que todavía el coronavirus continúa causando estragos en todo el mundo: "La estrategia actual me recuerda a un equipo de bomberos enfrentándose a un incendio forestal. La limpieza de una parte del mismo puede reducir las llamas en una zona, pero mientras siga ardiendo en cualquier lugar, las chispas acabarán viajando y creciendo de nuevo hasta convertirse en fuego. El mundo debe luchar unido para apagar el infierno de la pandemia en todas partes", ha señalado.
Por otro lado, Tedros ha realizado el enésimo llamamiento a los países más aventajados para que ayuden a aquellos que están solicitando apoyo para conseguir vacunas: "Algunos países y regiones están pidiendo millones de dosis de refuerzo, antes de que otros países hayan tenido suministros para vacunar a sus sanitarios y a los más vulnerables", ha criticado, evidenciando el reparto desigual.
Precisamente, en relación con las llamadas dosis de refuerzo, un tema recurrente en los últimos días ante las noticias sobre la eficacia de las vacunas frente a la variante delta, entre otra, la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, ha destacado que "las pruebas y los ensayos clínicos y científicos todavía no han determinado que debamos pasar a esas dosis de refuerzo". "La situación de la salud pública en todo el mundo si se administra la pauta total de las vacunas existentes resulta más importante que pasar a la vacunación de refuerzo de la población ya vacunada. Lo mejor es que toda la población mundial reciba su pauta de dos dosis antes de pensar en inocular las dosis de refuerzo", ha reivindicado.
Lo mismo ha señalado la doctora Ann Lindstrand, coordinadora del Programa de Inmunización de la OMS: "No hay evidencias de que sean necesarias dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19. Si se tiene la pauta completa se está protegido y es más importante vacunar a más personas".
Así, Tedros considera que en lugar de que Moderna y Pfizer prioricen el suministro de dosis de refuerzo a los países cuya población tiene una cobertura relativamente alta, se deben volcar en el suministro a COVAX y de los países de renta baja y media-baja. "Para que esto ocurra más rápidamente, las empresas farmacéuticas deben compartir sus licencias, conocimientos y tecnología", ha afirmado.
En este sentido, ha anunciado que otros dos centros de fabricación, en Japón y Australia, han recibido la autorización de uso de emergencia para la producción de la vacuna de AstraZeneca, elevando el total a cinco. "Esto da luz verde a COVAX para comprar vacunas en estas instalaciones y permite a los países acelerar su propia aprobación regulatoria para importar y poner en marcha las vacunas", ha celebrado.
"Necesitamos que otros fabricantes sigan este ejemplo. Miles de personas siguen muriendo cada día y eso merece una acción urgente. Ya no se habla de vacunar a los países de bajos ingresos en 2023, 2024. No es el momento de dar un respiro, queremos que los avances se consoliden y que se produzca una oleada de acciones para ampliar el suministro y el reparto de herramientas sanitarias que salvan vidas", ha finalizado.