La OMS mantiene su posición y, ante la necesidad de que primero haya vacunas para todos, evita hablar de la necesidad de inocular terceras dosis de la vacuna contra la covid-19, mientras cada vez son más los países que ya han advertido sobre ello o, directamente, como Israel o Francia, --entre otros--, se han puesto en marcha para introducirlas en sus estrategias. No en vano, en España era la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la que hace justo una semana declaraba que "todo apunta" a que "habrá tercera dosis de refuerzo".
La Organización Mundial de la Salud, a través de su director ejecutivo de Emergencias Sanitarias, Bruce Aylward, aboga por aumentar la investigación científica antes de decidir si administrar, o no, una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Concretamente, Aylward ha subrayado la importancia de analizar antes si las dosis que actualmente se recomiendan para cada vacuna dejan de ser efectivas contra algunas cepas del virus y, especialmente, a la hora de prevenir las hospitalizaciones, enfermedades más graves y fallecimientos.
Hasta el momento, ha señalado, "todas las vacunas disponibles parecen tener un impacto contra las enfermedades graves y también se está observando que la inmunidad parece ser bastante fuerte".
En este sentido, ahondando en su razonamiento, el expreto de la OMS ha insistido en que "la primera prioridad ahora es lograr que las personas tengan las dosis que se necesitan de cada vacuna y, especialmente, las personas mayores y aquellas con comorbilidades".
Esa es la otra razón de peso por la que la OMS es cauta a la hora de lanzarse a recomendar ya terceras dosis: hay una imperante necesidad de que todo el mundo tenga acceso a la vacuna y todo el mundo reciba al menos una pauta completa de dos dosis. Eso es lo primero, antes de las dosis de refuerzo.
Por su parte, en rueda de prensa, ha sido el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el que ha mostrado su preocupación por la propagación de la variante delta del coronavirus, alertando de que en las próximas dos semanas se van a alcanzar la cifra de 200 millones de personas contagiadas en todo el mundo.
"La pandemia va a terminar cuando el mundo decida terminarla y eso está en nuestras manos porque contamos para ello con todas las herramientas de prevención, test y tratamientos", ha dicho Tedros, para lamentar que, pese a ello, siguen aumentando los casos de contagio y los fallecimientos por coronavirus.
Tanto es así que, advierte, en cinco de las seis regiones de la OMS las infecciones de covid-19 han aumentado un 80 por ciento en las últimas cuatro semanas, especialmente por la aparición de la variante delta, la cual ya se ha detectado en 132 países.
"Esta variante es preocupante porque tiene una mayor transmisibilidad, ya que cuenta con ciertas mutaciones que permiten que el virus se adhiera a las células con más facilidad, si bien por ahora no se ha demostrado que aumente las muertes", ha dicho, por su parte, la epidemióloga de la OMS, Maria Van Kerkhove, para alertar de que habrá más variantes y de que "cuanto más circulan más fuertes se hacen".
A este respecto, Tedros ha advertido de que el aumento de los contagios, más allá de esta variante, también viene propiciado por el mayor número de contactos que se están produciendo, la relajación de medidas de salud pública y el "uso poco equitativo" de las vacunas contra el coronavirus.
En este sentido, ha recordado que la OMS se ha puesto como objetivo que a finales de septiembre el 10 por ciento de la población mundial esté vacunada y el 70 por ciento a finales de 2022, si bien ha lamentado que todavía se está "muy lejos" de lograr estas metas, ya que menos de una cuarta de los países han vacunado a un 40 por ciento de sus ciudadanos.
"El mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico y la distribución de vacunas sigue siendo injusta, ya que menos del dos por ciento de las dosis han sido repartidas en África, lo que hace que sólo el 1,5 por ciento de la población del continente esté completamente vacunada. Esto es un problema muy grave si queremos acabar con la pandemia", ha enfatizado.
Finalmente, Tedros ha destacado la necesidad de aumentar los suministros de oxígeno a los 289 países que lo necesitan en la actualidad, así como de equipos de protección individual (EPIS) para los profesionales sanitarios y la realización de test de diagnóstico.