Una región del norte de Japón está experimentando una segunda oleada de muertes y de infecciones por coronavirus. Según los expertos, podrían haberse evitado si el estado de emergencia no se hubiera levantado demasiado pronto.
La isla de Hokkaido se había presentado como un modelo de cómo controlar la propagación del virus, pero ahora se ha convertido en un caso de estudio por el impacto que la enfermedad puede tener si un bloqueo se relaja demasiado pronto. Los expertos esperan que otras ciudades y naciones que tienen idea de levantar las restricciones a los viajes, el trabajo y las escuelas puedan aprender de la experiencia de Hokkaido.
Naomichi Suzuki, el gobernador de la prefectura, declaró el estado de emergencia el 29 de febrero en respuesta a un fuerte aumento en los casos de coronavirus, todo lo cual se remonta al Festival de la Nieve de Sapporo, capital de la isla, a principios de mes. El evento anual atrajo a más de dos millones de personas a la ciudad, y las autoridades de salud locales trataron a un turista chino de Wuhan que había contraído la enfermedad antes de llegar a Hokkaido. A pesar del estado de emergencia, 118 personas estaban siendo tratadas por el virus antes del 12 de marzo, lo que convirtió a Hokkaido en la peor de las 47 prefecturas de Japón.
Junto con el estado de emergencia, bajo el cual se cerraron las escuelas, se cancelaron las reuniones a gran escala, las personas fueron oficialmente "alentadas" a quedarse en casa y el Gobierno local introdujo medidas agresivas para rastrear y aislar a cualquiera que hubiera estado en contacto con las víctimas. El enfoque parecía haber sido efectivo y, solo una semana después, el número de casos nuevos se había reducido a uno o dos por día.
Asumiendo que habían resistido la tormenta, y ansiosos por que la economía local volviera a funcionar, las autoridades locales levantaron el estado de emergencia el 19 de marzo, con la reapertura de escuelas y negocios. En retrospectiva, los expertos coinciden en que era demasiado temprano. Sólo 26 días después y tras darse 135 nuevas infecciones en el espacio de una semana, el bloqueo se volvió a imponer a los 5,3 millones de residentes de Hokkaido.
"En ese momento, no teníamos suficiente información y no teníamos una comprensión adecuada de esta enfermedad", dijo Yoko Tsukamoto, profesora de control de infecciones en la Universidad de Ciencias de la Salud de Hokkaido. "Y, dada la información disponible, que los nuevos casos se redujeron a uno o dos por día, se podría argumentar que el gobernador tomó la decisión correcta al levantar el estado de emergencia", señaló a 'The Telegraph'.
Las lecciones que otras autoridades tendrán que aprender si quieren proteger a sus residentes son claras, indicó el profesor Tsukamoto. "Estos bloqueos y estados de emergencia tendrán que levantarse eventualmente, pero la lección es esperar el mayor tiempo posible, obtener datos precisos sobre los números de infección y ser muy, muy cautelosos cuando las reglas se relajen. Y las autoridades tienen que estar listas para moverse rápidamente y volver a poner las restricciones en su lugar a la primera señal de otro aumento", afirmó.
El Gobierno nipón planea extender el estado de emergencia sobre la nueva pandemia de coronavirus en aproximadamente un mes para todo el país, informó el diario de negocios 'Nikkei'. El estado de emergencia actualmente está programado para finalizar el 6 de mayo.
En una nación de 127 millones de personas, ha habido 13.576 casos y 376 muertes hasta la fecha, aunque el Ejecutivo japonés ha sido criticado por limitar el número de pruebas que se realizan en pacientes con sospecha de coronavirus y la cifra real es probable que sea significativamente mayor.