La ofensiva de las tropas rusas se recrudece en Kiev y se extiende a numerosas localidades ucranianas

La ofensiva de las tropas rusas se extiende por todo los frentes en Ucrania, con intensos ataques en localidades próximas a la capital pero también en Járkov y en zonas claves del mar Negro. A menos de 20 kilómetros de Kiev, el intercambio de bombas es tremendo y los impactos durante la noche hace que tiemblen los cristales de las ventanas.

De hecho, algunas explosiones de este viernes por la tarde han reventado la fachada de un rascacielos que se encuentra a sólo unos metros de la plaza de Maidán, en el centro de Kiev, donde también se escucha ya fuego de metralla. La situación es preocupante puesto que la capital está cada vez más militarizada y las pocas personas que siguen resistiendo a marcharse están durmiendo en dos de las principales estaciones de Metro. Otras se buscan la vida para encontrar refugio en los garajes o incluso en lugares tan insospechados como los teatros.

Una de las ciudades más castigadas de los últimos días es Irpín, a las afueras de Kiev, donde un edificio de viviendas ha sido atacado sin piedad. En Chernigov, también cerca de la capital, una de sus escuelas ha sido objetivo de las bombas.

Vladimir Putin afirma que no están bombardeando Ucrania

A pesar de todo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha insistido en que todo lo que han visto nuestro ojos estos días es propaganda y que Rusia no está bombardeando localidades ucranianas. El Gobierno de Volodimir Zelenski asegura que sobre Chernigov ha caído hoy una bomba de racimo, una de las más potentes que existen, y que ha matado a 47 personas.

Los esfuerzos de Ucrania se centran en evitar que llegue a Kiev el famoso convoy militar de más de 60 kilómetros de largo. Para eso, han volado varios puentes y, según Estados Unidos, lo están atacando ya directamente. Intentan también retomar el aeropuerto de Gostomel.

El Kremlin tiene ahora mismo dos objetivos inmediatos: las ciudades de Odesa y Mariúpol. Estas son puertos fundamentales para controlar el mar de Azov y el mar Negro.