Una fiesta en plena pandemia de coronavirus en Rusia ha acabado en una auténtica tragedia. En total, ocho personas han muerto. Dos de ellas eran los padres de cinco niños que ahora se han quedado huérfanos.
Todo se produjo en el pueblo de Tomtor, donde los asistentes comenzaron a beber y llegaron al extremo de recurrir al gel desinfectante de manos cuando se les acabó el alcohol. Se lo bebieron y eso fue letal, porque contenía un 69% de metanol, un potente alcohol industrial que se emplea como disolvente y hasta como pesticida, además de como fuente de combustible en algunas ocasiones, tal como informa Daily Mail.
Venenoso para el consumo humano, el acto de consumir este gel hidroalcohólico resultó fatal. En total, ocho muertos con edades comprendidas entre los 27 y los 49 años. La última en fallecer fue la madre de los cinco niños, el pasado jueves, tras sucumbir a las heridas internas provocadas por este producto industrial.
Además, un noveno individuo que acudió a la fiesta, de 32 años, se encuentra en el hospital, también envenenado. Los médicos tienen esperanzas de que sobreviva, como indica el citado medio británico, pero probablemente se quedará ciego.
A diferencia del etanol, que sí se encuentra presente en cervezas, vincos y licores de forma común, los riesgos que entraña el metanol llevan a poner un estricto marco legal a la cantidad máxima que puede estar presente en determinados productos.
En este caso, el desinfectante excedía los valores permitidos, razón por la cual un empresario de la región de Sverdlovsk, de 44 años, ha sido detenido y acusado de distribuir y suministrar el producto, que al parecer habría sido localizado también en escuelas, empresas, una cárcel y hasta en jardines de infancia.
Si es declarado culpable, puede enfrentarse a seis años de cárcel. De momento, las autoridades se han incautado de 4.800 litros del desinfectante, y se cree que hay más.