Spencer Elden, el niño que aparecía en la famosa portada del disco Nevermind (1991) de Nirvana, denunció a los exintegrantes y herederos del grupo, acusándolos de pornografía infantil, por mostrar en la imagen del álbum la fotografía de un bebé -él mismo- desnudo. Ahora un juez, le ha quitado la razón a Elden.
El juez Fernando Olguin desestimó la demanda en la Corte de Distrito de California, después de que los abogados de Spencer Elden no cumplieran con el plazo para presentar una oposición a la solicitud de desestimación del patrimonio de Nirvana el mes pasado.
Elden, de 30 años, quien afirma que fue víctima de explotación infantil y que la portada equivalía a pornografía infantil, tiene menos de diez días, hasta el próximo 13 de enero, para volver a presentar la solicitud, como recoge Daily Mail.
El joven afirma que aparecer en la portada del álbum le provocó una "angustia emocional extrema y permanente con manifestaciones físicas", así como pérdida de educación, dinero y poder "disfrutar de la vida". Es por eso que busca una indemnización por, según dice la demanda, "los daños que ha sufrido y seguirá sufriendo de por vida".
Entre los señalados por esta denuncia aparecen Dave Grohl y Krist Novoselic, que junto al legendario y desaparecido Kurt Cobain (1967-1994) componían la formación clásica de Nirvana. La demanda también apunta a Kirk Weddle, que fue el fotógrafo de la portada de Nevermind; y a Courtney Love como heredera del patrimonio de Cobain. Sus abogados lo tienen claro. Elden se ha "pasado tres décadas beneficiándose de su celebridad como el autoproclamado 'Nirvana Baby'".
Es más, según apuntan los letrados, Elden recreo la foto por dinero "muchas veces", incluso se tatuó el título del álbum en el pecho, apareció en un programa de entrevistas y lo uso como reclamo amoroso. El equipo legal de Nirvana afirmó que el plazo de prescripción había expirado y que las afirmaciones de Elden eran demasiado "absurdas" para siquiera considerarlas.
La imagen fue tomada en 1990 en el centro acuático de Pasadena. Elden tenía cuatro meses de edad. Su padre, Rick Elden, un artista que trabajaba con efectos especiales para producciones de Hollywood, fue quien permitió que su hijo apareciera como modelo para el nuevo álbum de Nirvana. En ese momento, Rick compartía un estudio en el casco antiguo de Pasadena con otros artistas para ayudarse entre todos a pagar el alquiler. Entre ellos se encontraba el fotógrafo Kirk Weddle, quien tenía el encargo de la banda de fotografiar a un bebé bajo el agua.
La ocurrencia de Rick Elden dio como resultado una memorable portada, la de Nevermind, considerada como una de las más icónicas de la historia del rock, en la que se muestra a un bebé buceando en una piscina, a la caza de un billete de un dólar. Una portada que muchos consideran, quizás, demasiado premonitoria.