Historias de destrucción, de pérdida... y también de valentía. Es lo que deja la guerra de Ucrania, el duro conflicto armado perpetrado por las tropas rusas de Vladimir Putin, que no tiene piedad con la población civil, y tampoco con los más pequeños. La mayoría de niños han visto cómo su infancia se ha truncado de un momento a otro, teniendo que huir de sus casas con lo puesto, junto a sus padres, que se apresuran por escapar del horror. Aunque, en algunos casos, también tienen que cruzar la frontera solos.
Es el caso de un niño ucraniano de 11 años, que llegó hasta Eslovaquia solo. Únicamente llevaba consigo una bolsa de plástico, su pasaporte y un número de teléfono escrito en la mano, según ha informado este domingo la policía eslovaca. Sus padres tuvieron que quedarse atrás: "Llegó solo desde Zaporiyia porque sus padres se tuvieron que quedar en Ucrania", declaró a la AFP la portavoz de la policía de Eslovaquia, Denisa Bardyova.
Gracias a la ayuda de los voluntarios, el pequeño se encuentra a salvo. "Los voluntarios lo cuidaron, lo hicieron entrar en calor y le proporcionaron comida y bebidas, que ellos empacaron para él en su próximo viaje", informaron los agentes.
El pequeño llegó sonriendo, contento por huir, al fin, de la destrucción y los bombardeos que azotan su ciudad: "Los ganó a todos con su sonrisa, audacia y determinación, digno de un verdadero héroe".
Aunque sus padres quedaron en Ucrania, gracias a llevar consigo el teléfono de sus familiares, pronto pudo reencontrarse con ellos: "Gracias al número en la mano y a un pedazo de papel en la cintura, logramos contactar a familiares que más tarde vinieron por él y toda la historia terminó bien", exponen los agentes.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica confirmó este domingo la toma del control por parte de Rusia de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. Tras comunicarse con el personal de la central, que sigue trabajando en ella, pudieron confirmar que la gestión de esta "ahora bajo las órdenes del comandante de las fuerzas rusas que controlan el lugar".
Mientras, las bombas no dejan de caer en zonas residenciales de Ucrania, son ya más de un millón de personas quienes han abandonado su hogar y huido hacia la frontera con otros países.
En España, hoy ha llegado a Valencia el primer autobús fletado por la organización Juntos por la Vida, con 44 refugiados ucranianos.