Dominick Krankall, un niño de seis años, se está recuperando después de la brutal agresión de un vecino, también menor de edad, que le arrojó una pelota de tenis en llamas a la cara en Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron el pasado 24 de abril, cuando el pequeño se encontraba en el patio trasero de su casa en Bridgeport, en el estado estadounidense de Connecticut. Allí, el pequeño estaba jugando con los vecinos de la zona, y en un momento, uno de esos vecinos que ya se había metido en más ocasiones con Dominick cogió una pelota de tenis y la roció con gasolina.
El agresor llamó a Dominick para que se acercara a la esquina y en ese momento le lanzó la pelota de tenis en llamas a la cara. El pequeño salió corriendo gritando "Mami, me prendieron fuego".
La hermana de Dominick, Kayla, ha narrado los desgarradores hechos a través de una página de Go Fund Me: "Dom tiene quemaduras de segundo y tercer grado en la cara y la pierna. Va a quedar marcado de por vida mental y físicamente", lamenta.
"Este matón se ha salido con la suya demasiado y tiene un historial de acoso. La madre cree que es inocente. La familia piensa que es una broma. Aunque Dominick no puede hablar porque tiene mucho dolor y está todo hinchado, le dijo a mi mamá: "Por favor, no me lleves allí"", comparte la joven.
Krankall está ingresado en la unidad de quemados del Hospital Bridgeport, mientras que las autoridades están investigando lo sucedido. Aun no se han presentado cargos contra ninguna persona por el trágico incidente.
Mientras, la familia de Dominick busca recaudar fondos para poder pagar las facturas del hospital y además poder mudarse del vecindario en el que se encuentran actualmente, donde el pequeño no quiere volver nunca más: "Estamos buscando ayuda para un nuevo hogar porque no es seguro aquí", escribe su hermana.
En la página de GoFundMe la familia ya ha recaudado más de 270.000 dólares.