La historia de la niñera Terry McKirchy y el bebé que cuidaba, Benjamin Dowling, se remonta a 1985, hace 37 años. Terry se encontraba al cargo de Benjamin, quien por esa fecha contaba con 5 meses de edad, cuando la niñera supuestamente sacudió violentamente al menor provocándole una hemorragia cerebral.
Entonces la niñera fue sentenciada a pasar los fines de semana en la cárcel durante tres meses y tres años en libertad condicional, mientras que el menor sufrió una discapacidad física y mental permanente que arrastró hasta que en 2019 muriese con 35 años.
Ahora Terry, 37 años después de provocar daños irreparables en Benjamin, ha sido acusada de homicidio en primer grado por el jurado del condado de Broward, informa People.
Tras el fallecimiento de Benjamin, los peritos forenses le realizaron la autopsia que determinó su fallecimiento a causa directa de las lesiones sufridas en 1985 por Terry.
El suceso ocurrió el 3 de julio de 1985, cuando Rae Dowling, la madre del menor recogió a su bebé de la casa de Terry. La madre notó inmediatamente que tenía los puños apretados y el cuerpo inerte y decidió llevarle al hospital donde le dijeron que su hijo había sufrido una hemorragia cerebral debido a una fuerte sacudida.
Ya en el juicio celebrado en 1985, Terry declaró su inocencia afirmando: “sé que no lo hice, mi conciencia está tranquila”
En el caso de ser declarada culpable de asesinato tras el juicio, Terry sería sentenciada a cadena perpetua según las leyes que rigen en el estado de Texas.