Emily Hernández, una niña de 14 años, ha sido encontrada muerta en su casa en la provincia del Guayas, en Ecuador. Los padres han atribuido la tragedia al abuso de un videojuego en línea.
Aunque todavía se está investigando el caso, la principal hipótesis de las autoridades defiende esa teoría de los padres y comparte que la víctima pudo no haber cumplido un reto por el videojuego en el que estaba inmersa y que, como consecuencia, se quitó la vida, según recoge Infobae.
Los padres aseguran que el videojuego, conocido como 'Among Us', cambió el comportamiento de la joven desde que comenzó a utilizarlo. Este juego fue considerado todo un fenómeno viral de los videojuegos del pasado año.
'Among Us' es de género "party", multijugador en línea (de 4 a 10 jugadores), con gráficos 2D y con una modalidad de juego que hace recordar al clásico juego de cartas "el asesino".
Ambientado en una nave espacial, dentro de la tripulación hay uno o dos (dependiendo del número de jugadores) impostores que están "entre nosotros", de ahí el título, y que tendrán como misión sabotear la nave y matar al resto de tripulantes.
Lo divertido del juego es que los dos impostores deberán moverse por el mapa sin ser descubiertos, mientras que el resto de jugadores deberá tratar de descubrir quiénes son los traidores para darles caza, pero sin ser cazados por ellos.
A priori parece una mecánica muy simple, pero a primeros de año, durante el confinamiento, numerosos "streamers" comenzaron a subir sus partidas a Twitch y Youtube, dando visibilidad al juego y haciendo que otros muchos jugadores se engancharan. Tanto, que se hizo viral en cuestión de días.
Pero la accesibilidad del videojuego para menores también genera que desconocidos y hackers puedan invadir sesiones privadas del juego, entablar conversaciones con otros jugadores e incluso llegar a pedir información privada a los usuarios.
Existen varios recursos de ayuda para personas que están pasando por una situación difícil y que pueden encontrar apoyo en una línea telefónica. En España, disponemos de varios recursos como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385), dedicados a la prevención de este problema.