La mujer de Pablo Ibar, Tanya Ibar Quiñones, ha mostrado su deseo de poder convencer al Jurado a través de argumentos conmovedores. Los testimonios que ha utilizado apelan "al corazón" de uno de los doce miembros del Jurado. Sin poder contener las lágrimas, ha asegurado que su marido es "un buen hombre", un padre "ejemplar" para sus hijos de 7 y 12 años de edad, al que los pequeños "admiran".
Además, ha dicho que durante 21 años ella ha continuado al lado del acusado, pese a que éste le ha emplazado a rehacer su vida sin él, porque conoce "firmemente" cuál es la verdad y, por eso, ha continuado en su "lucha".
Tras destacar cuánto "ama" a Pablo Ibar, ha repasado los años que han pasado juntos, los fines de semana interminables para verle en la prisión y el apoyo que éste ha tenido siempre de su familia, que no se imagina "una vida sin él".
La esposa del acusado, el hispanoamericano y sobrino del boxeador vasco José Manuel Ibar Azpiazu, "Urtain", ha puesto punto y final a los testimonios de los testigos de la defensa, antes de que las partes expusieran sus conclusiones finales, con la petición de la Fiscalía de la pena capital para el procesado. Ella ha mostrado un firme convencimiento en su inocencia. Sus palabras tienen como objetivo poder evitar la unanimidad necesaria para poder condenar a la pena capital a su marido.
El tribunal popular, que el 19 de enero decidió por unanimidad que Pablo Ibar era culpable del triple asesinato cometido el 27 de junio de 1994 en Mimamar (Florida), deberá decidir a partir de este miércoles si recomienda al juez, Dennis Bailey, que le imponga, en su sentencia, la pena de muerte o la cadena perpetua.
Otros testigos de la defensa han sido sus familiares, entre ellos su padre, que han relatado al Jurado lo que supondría para ellos la vuelta de Ibar al corredor de la muerte. Al igual que sus tres hermanos, le han definido como “la persona más buena” que conocen.
En cualquier caso, es el jurado quien trasladará ahora al juez si considera que, en la sentencia, debe condenarle a la pena capital o a cadena perpetua. En caso de que crean que hay que imponerle la pena capital, el magistrado puede rebajar la pena a cadena perpetua.
En esta parte de la vista oral, Bailey, a instancias de la Fiscalía, ha permitido que se analice un caso de robo y allanamiento de morada cometido en Miami Dade (Florida) tres semanas después del triple crimen en Miramar, por el que Ibar fue condenado a ocho años de pena, que ya cumplió.