El vasco Cándido Ibar, padre de Pablo Ibar, declarado culpable de triple asesinato cometido en Miramar (Florida) en junio de 1994, cree que su hijo no será condenado a pena de muerte durante la segunda parte del juicio que ha comenzado este miércoles, pese a que la Fiscalía "va a por todas".
En esta jornada se ha iniciado la fase final del juicio en la que el Jurado debe recomendar al juez si imponer a Ibar, ciudadano hispano-estadounidense y sobrino del legendario boxeador 'Urtain', la pena capital o cadena perpetua.
La primera parte de la cuarta vista oral que se ha celebrado contra el acusado comenzó el 26 de noviembre de 2018 en los tribunales de Fort Lauderdale, y el 19 de enero de 2019 el tribunal popular, por unanimidad, le declaró culpable del asesinato del dueño de un club nocturno, Casimir Sucharski, y de las modelos Sharon Anderson y Marie Rogers.
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, Cándido Ibar ha asegurado que es consciente de que "el Fiscal va a por todas" en el juicio para conseguir que su hijo sea condenado a la pena capital, aunque cree que, finalmente, no va a lograrlo. "Creo o quiero creer que no va a ser pena de muerte, sino cadena perpetua. Tampoco es muy bueno, pero, entre las dos cosas, es la mejor", ha asegurado.
No es de la misma opinión el portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, Andrés Krakenberger, que cree que, de esta fase del juicio, puede salir una sentencia de pena capital que, en todo caso, será recurrida.
Según ha explicado a Europa Press, "el pecado original" está en el veredicto del 19 de junio del Jurado. "Es lo inaudito, lo inaceptable, lo incomprensible, porque lo que se vio en el juicio no era para un veredicto de culpabilidad", ha apuntado.
En su opinión, "es sintomático que el primer día laborable inmediatamente después, a primera hora de la mañana, uno de los miembros del jurado, llama y dice que se quiere retractar de lo que votó, porque lo hizo bajo presión, bajo 'bullying'".
"Y el juez, en lugar de anular todo el juicio, que es lo que debería haber hecho, para empezar de nuevo con un jurado nuevo, lo que le interesó era proteger el veredicto, tirar para adelante y quitarse él el marrón lo antes posible", ha apuntado.
Krakenberger considera que, si la recomendación del Jurado es la imposición de la pena de muerte, no es probable que el magistrado, Dennis Bailey, rebaje la condena a cadena perpetua, aunque tiene facultad para hacerlo. "Lo que salga de este jurado es casi seguro lo que va a ser después la sentencia definitiva", ha apuntado.
En caso de que a Pablo Ibar se le condene a la pena capital, el recurso se plantearía ante el Tribunal Supremo de Florida. De ser la pena de cadena perpetua, se apelará al Tribunal de Apelación del Cuarto Distrito de Florida.
Si no prospera en esta instancia, se elevaría al Tribunal Supremo. Como último recurso estaría la Jurisdicción Federal. El portavoz de la familia de Pablo Ibar cree, no obstante, que la apelación va a ser estimada.
El primer juicio contra Pablo Ibar, de 46 años de edad, se declaró nulo porque los miembros del jurado no se pusieron de acuerdo en la pena, pero en el año 2000 fue declarado culpable y condenado a muerte. Permaneció en el corredor de la muerte, hasta que en 2016 el Tribunal Supremo de Florida anuló la condena y ordenó repetir el juicio, al considerar que había tenido una defensa "ineficaz", y que las pruebas que se presentaron contra él eran "débiles y escasas".
En principio, se ha establecido que, durante la sesión de hoy, se expongan ante el jurado, integrado por 12 personas, los argumentos de las partes y los testimonios de los testigos de la Fiscalía. En las dos siguientes jornadas, el 16 y 17, no se celebrará sesión debido a que uno de los miembros del Jurado estará ausente por el fallecimiento de un familiar.
El próximo lunes, día 20, declararán los testigos de la defensa y, si da tiempo, esa misma jornada el ministerio público aportará nuevos testigos para la réplica a estas declaraciones. De no ser así, los testimonios proseguirían el 21 por la mañana.
Ese mismo día por la tarde y el 22 por la mañana se procederá a la lectura de las conclusiones de las partes. En la segunda parte del miércoles, el Jurado se retirará ya a deliberar. Se prevé que el tribunal popular no tarde mucho en adoptar una decisión, de forma que el caso puede quedar visto para sentencia esa misma jornada o al día siguiente.
El Jurado recomendará al juez la condena a pena de muerte o la cadena perpetua. Si decide que se le imponga la pena capital, la resolución tiene que ser unánime. De no conseguirse la unanimidad de los miembros del Tribunal popular, la pena sería de cadena perpetua. Si el Jurado recomienda la pena de muerte, el magistrado puede rebajar la condena a cadena perpetua. En todo caso, se prevé que la resolución judicial tarde semanas en dictarse.