Sara Mclaughlin, de 37 años de edad, padece un cáncer terminal. La última vez que fue al médico, le dieron dos semanas de vida. Ante tal noticia, la mujer, madre de tres hijos, decidió adelantar la Navidad para “dejar más recuerdos”.
En 2016, los médicos diagnosticaron a Mclaughlin en Mánchester cáncer de mama. Aunque desde entonces la han tratado con sesiones de radioterapia y quimioterapia, un año después el tumor se extendió al cuello y los ganglios linfáticos.
El 6 de septiembre de 2019, en su última visita al médico, este le dijo que el cáncer rodeaba la yugular y no le quedaban más de dos semanas de vida, según publica el diario británico ‘Daily Mail’.
La mujer, madre de tres hijos de 19, 11 y 4 años, confiesa tener más miedo por ellos que por sí misma. "Para ser honesta, estoy más asustada por mis hijos que por mí. Soportaré el dolor que el cáncer me provoque, pero lo peor fue decírselo a los niños", revela al 'Mancherter Evening News'.
Por ellos, ha decidido adelantar la Navidad en casa. El cáncer “es una bomba de tiempo” y “quiero dejar más recuerdos”. “Vamos a celebrar Navidad por la mañana con regalos, después cenaré y luego tendremos una noche de hogueras”, explica.