Hoy 23 de julio, se cumplen 8 años de la muerte de Amy Winehouse, la reina del soul. Sus millones de fans alrededor del mundo siguen la siguen homenajeando y lamentando su pérdida.
Tal día como hoy hace 8 años, su guardaespaldas entró en su habitación sobre las 10 de la mañana, parecía estar dormida pero su adicción al alcohol sobradamente conocida por todos, le había arrebatado la vida. Amy murió de una parada cardíaca a causa de una intoxicación etílica, en su cuerpo tenía 5 veces el límite permitido de alcohol para conducir, un nivel generalmente asociado con la muerte.
Saltó a la fama en Estados Unidos en 2003 con su álbum titulado 'Frank', dedicado a su ídolo Frank Sinatra. Tres años más tarde publicaría 'Back to Black' álbum con el que alcanzaría la fama mundial y ganaría 5 Grammys.
Sin embargo, esta niña prodigio de la música, brillante, ingeniosa y talentosa mujer se vio ensombrecida por su adicción a las drogas y el alcohol. Su carrera sufrió altibajos relacionados con su estado de salud.
Tras varios ingresos en rehabilitación, en 2010 parecía totalmente recuperada pero en 2011 varios golpes personales le hicieron volver a ahogar sus penas el alcohol. En junio de este año haría su último concierto en Belgrado, se emborrachó antes de empezar y tras un penoso espectáculo, se suspendió el resto de la gira. Un mes más tarde falleció a los 27 años de edad.
A pesar de sus famosos excesos, su talento y figura artística se ha impuesto a ellos y Amy es recordada actualmente como una estrella de la música.