En la ciudad de Houston (Texas, EE.UU.), un niño de 10 años falleció este jueves al dispararse accidentalmente un arma de fuego que encontró y manipuló en el vehículo de su madre. En una rueda de prensa organizada por el Departamento de Policía de la urbe y transmitida en Twitter, se detalló que el menor y un primo de 11 años dieron con el arma cuando la madre del fallecido le pidió buscar algo en su coche.
Los niños empezaron a jugar con su hallazgo y en algún instante el arma se disparó accidentalmente. Pese a que la víctima fue llevada a un hospital local, murió a causa de sus heridas. Las autoridades emprendieron de inmediato una investigación, con la colaboración de la madre del menor. Sin embargo, todavía no está claro cuál de los niños sujetaba el arma al momento del disparo, ni a quién pertenecía.
El uso de las armas en EEUU está tan extendido que es normal que las familias tengan una en casa. Pero en ocasiones esto provoca tragedias como la última ocurrida en Texas, que no es la última. Una mujer de 21 residente en Florida, Estados Unidos, murió el pasado 11 de agosto a causa de un disparo mientras estaba realizando una videollamada de trabajo a través de Zoom. El arma era de su marido, policía, que está siendo juzgado.
La persona que apretó el gatillo fue su propio hijo de tan solo dos años. El menor habría encontrado "una pistola cargada que un adulto dejó sin asegurar en el apartamento". Varios compañeros de la joven avisaron a las autoridades cuando vieron a un niño en el fondo y escucharon un fuerte ruido. Oficiales y paramédicos intentaron salvarle la vida pero fue imposible. Cuando llegaron a su casa encontraron a la mujer tendida en el suelo con un disparo en la cabeza.