Una niña de ocho años ha muerto por progeria. Se trata de un trastorno genético progresivo extremadamente raro que acelera el envejecimiento de los niños y que comienza en los primeros dos años. Popularmente se identifica como la 'enfermedad de Benjamin Button'.
La niña, Anna Sakidon, natural de ucrania, tenía una edad biológica cercana a los 80 años, en el momento de su muerte, y tenía un peso de apenas 7,7 kilos. Murió por múltiples fallos orgánicos relacionados con su condición de envejecimiento prematuro.
Timofey Nagorny, jefe de la Fundación de Voluntarios de Ucrania que apoyó el tratamiento médico de Anna Sakidon, afirmó que "su único sueño era descubrir algún día que el diagnóstico ofrecido por los médicos era erróneo", según recoge 'Daily Mail'.
Para los niños con diagnóstico de progeria, un año es igual a ocho a diez años, por lo que su edad real era entre 70 y 80. "La niña sufría el envejecimiento prematuro de sus órganos internos y sistema corporal. Sus huesos crecieron lentamente mientras sus órganos envejecían rápidamente", informaron fuentes médicas.
La progeria es una enfermedad rara de la que solo se contabilizan alrededor de 160 casos en todo el mundo.