Con solo cinco años, Tristen ya sabe lo que es la quimioterapia. Cuando tenía apenas cuatro semanas de vida, le diagnosticaron un retinoblastoma. Sus hermanos pequeños, de tres años y siete meses, tienen el mismo tipo de cáncer infantil. Todos ellos luchan por superarlo y su madre afirma que la enfermedad “les ha hecho más fuertes”.
A Caison le diagnosticaron el retinoblastoma nada más nacer y a Carter, a los seis meses. Tenían tumores en ambos ojos. Al igual que su hermano Tristen, les han tratado en el hospital infantil de Atlanta con quimioterapia y con láser. Sus padres, Aaron y Angie Rush han vendido incluso su casa para pagar los gastos médicos. Por ello, han creado una página de recaudación de fondos en GoFundMe.
El retinoblastoma, un tipo de cáncer infantil ocular, comienza en la retina y puede afectar a uno o a los dos ojos. En familias con la forma hereditaria de este tumor, prevenirlo no es posible. No obstante, un diagnóstico temprano aumenta la probabilidad de cura y de preservar la visión.
Precisamente, uno de los reclamos en el Día Internacional del Niño con Cáncer, que en 2020 lleva como lema 'no más barreras'. Se quiere reclamar que en la salud no haya barreras sanitarias para que el cáncer infantil sea detectado al inicio y diagnosticando adecuadamente.
Es el caso de Tristen, Caison y Carter, ya que su madre tuvo el mismo cáncer cuando era una niña, según publica CNN, y a ellos se les diagnosticó de forma temprana.
Los dos niños mayores evolucionan favorablemente a los tratamientos y no se les han diagnosticado nuevos tumores, aunque continúan con revisiones periódicas. Por su parte, Carter lleva un mes tratándose, por lo que habrá que esperar para ver cómo evoluciona.
La madre de los niños, Angie, ha declarado al mismo medio que, a pesar de la sorpresa que supone que los tres hermanos luchen contra el mismo cáncer, esto “les ha hecho más fuertes”. “Es algo de lo que pueden hablar con otras personas y alentar a otros niños con cáncer para darles fuerza”, ha dicho.