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El ministro de Finanzas y vicecanciller alemán, Olaf Scholz, ha afirmado que la Comisión Europea (CE) debería haber encargado "antes y más" vacunas contra el covid-19 aunque ha defendido que Alemania no podría haber actuado en solitario. El compromiso de la canciller alemana, Angela Merkel, es que para el verano esté vacunado todo el ciudadano que lo desee. Sin embargo, Scholz se ha mantenido más prudente. De momento, solo tiene puesto el antídoto un 2,3% de la población.
"Lo correcto es que los países europeos no nos quitemos los unos a los otros la vacuna", ha dicho Scholz, en el foro "Europe 2021", organizado por varios medios alemanes. Por ello, fue totalmente "acertado" seguir la vía de la solución europea.
Reclama equidad y transparencia en el reparto de dosis "No es el momento de poner el dedo en la llaga", ha añadido, en alusión a la CE, pero ha llamado a hacer todo lo necesario para optimizar "de forma transparente" la distribución de las dosis comprometidas.
Scholz ha recordado que la primera de las vacunas existentes nació de Europa -"concretamente en Maguncia", dijo, en alusión a la ciudad alemana donde tiene su sede BioNTech-, para insistir de nuevo en que Alemania no podía actuar "en solitario.
El ministro de Finanzas, y candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) a las elecciones generales del próximo 26 de septiembre, rehuyó establecer plazos concretos sobre cuándo será posible ofrecer la vacuna a todos los ciudadanos que la deseen. Se distanció así del compromiso de la canciller Angela Merkel de poder hacerlo hasta finales del verano (es decir, final de septiembre).
Merkel reiteró ayer este objetivo tras su reunión con los líderes regionales y las farmacéuticas del país implicadas en la vacuna.
La canciller expresó asimismo su respaldo a la estrategia seguida por la CE, frente a las críticas desde diversos sectores que consideran que Bruselas no actuó con la determinación necesaria.
A la reunión en Cancillería siguieron ya las críticas de parte de la oposición que consideran que la cita no avanzó hacia el objetivo de comprometer a las farmacéuticas a cumplir plazos vinculantes. Estas críticas son compartidas por algunos de los "Länder", que aspiraban a un plan más concreto.
El plan del Gobierno federal, tras el arranque dificultoso de la campaña, es suministrar unos 18 millones de dosis en este primer trimestre, aumentar a 77 millones en el segundo y subir a 125 millones en el tercero. Para ello cuenta con los suministros de las tres vacunas ya aprobadas por las autoridades europeas -la germano-estadounidense BioNTech-Pfizer, la estadounidense Moderna y anglo-sueca AstraZeneca-, a la espera de poder ampliarla con las de Johnson & Johnson y la de la alemana Curevac.
Hasta ahora se ha administrado en Alemania la primera dosis de la vacuna a unos 2,1 millones de habitantes y la segunda a medio millón más. Ello supone un 2,3 % de la población del país.
El Instituto Robert Koch (RKI) de virología ha informado hoy de 6.114 contagios en 24 horas y 861 fallecidos, mientras que la incidencia semanal por 100.000 habitantes quedó en 90 casos. Son cifras notablemente inferiores a los picos registrados entre finales de 2020 y principios de 2021, en que se registraron marcas máximas de contagios -33.777 positivos- y de fallecidos -1.244-, mientras que la incidencia alcanzó los 197,6 casos semanales.
Pese a ese descenso, Alemania sigue bajo drásticas restricciones. Desde noviembre está cerrado todo el ocio, la restauración y la vida cultural; los comercios no esenciales cerraron en diciembre y no hay actividad escolar presencial.
Merkel no avanzó ayer cuándo pueden empezar a relajarse estas medidas. La cuestión se decidirá en la próxima reunión con los poderes regionales, prevista para el próximo día 10.