Un nuevo caso de violencia racial en Estados Unidos agita aún más el país. Esta vez los hechos han ocurrido en Ohio, donde otro joven negro ha muerto a manos de la policía.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes, cuando Miles Jackson, de 27 años, se encontraba en el Hospital Mount Carmel St. Ann. La policía de Westerville y la policía de Columbus y St. Ann emitieron un comunicado conjunto en el que explicaron los hechos.
El fallecido había acudido al hospital después de haber padecido un problema médico. Tras verificar la identidad de Jackson, la policía descubrió que tenía órdenes judiciales abiertas con la justicia por violencia doméstica y además poseía un cargo previo por arma de fuego.
Según narran las autoridades, "se produjo un altercado" en el área de emergencias durante la transferencia de la custodia del hospitalizado que condujo a un tiroteo entre los dos oficiales de policía, cuatro oficiales de seguridad y el joven, según recoge el medio local ABC6.
Según apuntan algunos medios, los oficiales habrían encontrado un arma escondida en su cintura, lo que desembocó en el forcejeo y el tiroteo. Los agentes llegaron a utilizar hasta en dos ocasiones la pistola taser contra la víctima.
En las imágenes se puede ver cómo el joven habla desde el suelo con los agentes: "Estoy asustado, chicos", gritó. Más tarde, dijo: "Entonces, si me muevo, no me dispararán. ¿No me van a disparar?", preguntaba.
El alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, ha declarado un toque de queda en la ciudad a raíz de los incidentes desatados tras la muerte de otro afroamericano a manos de la Policía.
Desde el lunes por la noche, a partir de las 19.00 horas (hora local), ha entrado en vigor el toque de queda, que se ha extendido hasta las 6.00 horas del martes. Esta medida se aplica después de que se declarase el estado de emergencia en la urbe.
No obstante, cientos de personas han desafiado el toque de queda reuniéndose frente a la comisaría de Brooklyn Center exigiendo justicia ante el suceso mientras que la Policía ha disparado gases lacrimógenos balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud, según el 'Star Tribune'.
Frente a los sucesos, el coronel de la Patrulla Estatal de Minnesota, Matt Langer, ha dicho que 40 personas han sido arrestadas durante los disturbios, según 'The Hill'.
"La angustia que estamos sufriendo no se puede traducir en violencia, destruyendo medios de vida, destruyendo negocios de propiedad local en los que nuestras comunidades han vertido su corazón y alma durante décadas", ha pedido el alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, en una rueda de prensa, informa CNN.
"El desmoronamiento de los sacrificios que la gente ha hecho durante tanto tiempo, no puede, no será tolerado. Debemos buscar la paz esta noche", ha instado Frey.