Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, han decidido cortar con sus obligaciones públicas por lo menos hasta fin de año. No habrá más compromisos oficiales ni encuentros con la prensa, agobiados por la constante presión mediática, que ha acabado pasándoles factura.
El príncipe Harry, nieto de la reina Isabel II, y Meghan Markle se casaron el año pasado, y desde entonces su relación ha sido diana de la prensa, que ha sacado a la luz los problemas familiares de la exactriz con su padre, Thomas Markle, la historia de su familia y de su vida profesional. No han escatimado detalles en las páginas de tabloides y páginas webs.
Ambos han mostrado su vulnerabilidad ante tanto interés mediático por lo que han decidido hacer una pausa. Los duques de Sussex tienen previsto viajar el mes próximo a Estados Unidos con su hijo, Archie, de cinco meses, para pasar con la madre de Meghan, Doria Ragland, la celebración del Día de Acción de Gracias en Los Ángeles.
En diciembre, Harry y Meghan Markle y su hijo estarán en la residencia real de Sandringham, este de Reino Unido, para pasar las navidades con la reina británica y el resto de la familia real. Lo que no está claro si la pareja retomará la actividad pública luego de este período.
El príncipe Harry contó en el viaje a África su deseo de abandonar el Reino Unido e instalarse en otro país, y Meghan se emocionó y quedó a punto de quebrarse. De hecho, tuvo que detener su relato por unos instantes para recuperar el aliento mientras sus ojos se llenaron de lágrimas. “No mucha gente me ha preguntado si estoy bien”, reveló conmovida ante los medios.