La dirección del Madame Tussauds ha decidido trasladar a la duquesa de Sussex a la zona más glamurosa de Hollywood, apartándola de la Familia Real Británica. Los argumentos no han convencido del todo a los ingleses.
Juntos en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que el museo los separe.
Poco más de un año les ha durado el matrimonio, al menos aquí en el Madame Tussauds, que ha puesto entre el príncipe Harry y Meghan Markle mucha cera de por medio.
Mientras él sigue luciendo su silueta con la familia real británica ella se codea con los famosos. David y Victoria Beckham han pasado a ser sus vecinos de sala. Junto a ellos el actor Tom Hardy y la actriz y compañera de serie Pryanka Chopra.
La separación de la parejita de cera ha despertado más de una reacción, quizás porque recuerda a episodios bastante más desagradables.
Pero esta vez no es un destierro, sino unas vacaciones entre amigos que podrían ser temporales para la duquesa de Sussex.
Cierto es que este cambio se produce en medio de rumores que sitúan a Meghan Markle siempre en las antípodas de su familia política. Pero los responsables del Madame Tussauds se justifican. Quieren explotar su versión más moderna como miembro de la realeza, como celebrity independiente, hasta que a Harry y Meghan la cera los vuelva a fundir.