La Italia de Salvini vuelve a estar en el punto de mira: tras la proliferación de incidentes racistas y actos antisemitas, evidenciados con casos como el de Liliana Segre, quien a sus 89 años necesita protección tras sobrevivir al Holocausto nazi, ahora es una encuesta la que ofrece datos inquietantes. Realizada por SWG preguntando a un total de 1.500 personas, de sus respuestas, se deduce que un 10% considera que los actos racistas pueden ser justificados siempre, mientras un 45% sostiene que pueden ser “aceptables” dependiendo de la situación.
El otro 45% restante subraya que cualquier tipo de acto racista es completamente inaceptable.
Según informa el medio The Guardian, que se ha hecho eco de este sondeo, SWG realiza la misma encuesta una vez al año y, por primera vez en una década, la mayoría de los encuestados no han condenado el racismo de forma directa.
Lo que ello quiere decir, indica el director científico de SWG, Enzo Risso, no es que la gente se esté volviendo racista, sino que están normalizando los actos racistas, “aceptándolos cada vez más y no considerándolos escandalosos”. Todo ello, añade, porque se está produciendo un cambio de actitud motivado, en parte, por la proliferación del discurso del odio.
“Es un mal síntoma”, explica, recalcando que no es una cuestión que afecte meramente a Italia, sino que lo que están observando es que se extiende también por otras naciones. “Lo que estamos viendo en otros países es una especie de adaptación hacia lo peor”, afirma, en declaraciones recogidas por The Guardian.