Una madre de 41 años ha recibido la libertad tras permanecer detenida durante siete años en una cárcel de Edimburgo. La mujer estaba cumpliendo una pena de once años de prisión por haber matado a su hijo de tres años y medio de una brutal paliza, meter el cadáver en una maleta y esconder la bolsa con el cuerpo sin vida en un bosque cerca de la zona en la que vivía.
Los hechos ocurrieron en 2014. Al parecer y según cuentan los medios de comunicación británicos, la madre salió a cenar junto a su hijo de tres años y medio. Cuando ambos llegaron a su domicilio, la mujer regañó al menor por haber comido tanto y le propinó una brutal paliza que acabó con la vida del niño. El pequeño murió debido a las heridas internas que le provocaron los golpes de su madre.
Al ver que había matado a su propio hijo, la mujer decidió envolver el cadáver en un edredón, meterlo en una maleta y tirar el paquete en una zona boscosa cerca de su domicilio. Tras este brutal y salvaje acto, la madre acudió a la comisaría donde denunció la desaparición de su hijo.
Fue en ese momento cuando los agentes comenzaron las labores de búsqueda en la que pidieron la ayuda ciudadana para realizar batidas y, así, encontrar cualquier pista que diese con el paradero del menor. A los pocos días de denunciar la desaparición del niño, los agentes encontraron el cadáver del pequeño y detuvieron a la madre.
En el juicio por el caso, la mujer se declaró culpable de la muerte de su propio hijo. Por eso mismo, fue trasladada hasta la cárcel de mujeres de Cornton Vale en Stirlingshire donde tendría que haber cumplido una pena de prisión de once años.
Sin embargo, siete años después de su ingreso en la cárcel la mujer ha sido puesta en libertad. Según han informado medios de comunicación británicos como el periódico ‘The Sun’, la madre del pequeño asesinado ha recibido su completa libertad al considerarla una “presa ejemplar” en el módulo de mujeres. Por su buen comportamiento y su arrepentimiento, los responsables de la prisión han decidido poner en libertad a la mujer.
No obstante, esta decisión no ha sentado bien a todo el mundo ya que los vecinos de su barrio se encuentran completamente escandalizados al considerarla un “monstruo”. Muchos de ellos consideran que “su liberación es moralmente repugnante", según recoge el periódico ‘The Sun’.