Mason Greenwood, jugador del Manchester United arrestado como sospechoso de presunta violación y agresión a su pareja, Harriet Robson, ya tenía un carácter complicado y egocéntrico, alimentado por su entorno, que preocupaba seriamente a su club.
El cuadro 'red devil' ha reaccionado rápidamente apartando al delantero hasta que su situación se esclarezca. El joven de 20 años fue detenido ayer y permanece bajo custodia policial mientras continúan las investigaciones, según ha informado la Policía del Gran Mánchester.
Pese a su apariencia aparentemente reservada, la prensa británica se hace eco de una mala gestión del ego del jugador de Bradford desde que era joven. Se sospecha que Greenwood montó fiestas en propiedades alquiladas en pleno confinamiento, y también fue expulsado de la selección inglesa absoluta al invitar a varias chicas a la habitación durante una concentración, violando la normativa covid establecida entonces. En esta polémica también se vio envuelto Phil Foden, futbolista de 21 años del Manchester City.
Según los informes, Greenwood alquiló la propiedad de tres pisos a través de Airbnb 'cinco o seis veces' durante los peores momentos de la pandemia del coronavirus en Inglaterra. Muchos vecinos se quejaron de que la música a todo volumen los mantenía despiertos hasta altas hora de la madrugada.
Otro motivo de polémica tuvo lugar en la pasada Eurocopa, cuando decidió no acudir a la llamada de la selección para curar una presunta lesión que arrastraba, aunque la prensa británica siempre especuló con que la verdadera razón de su renuncia era que temía no jugar, y para no hacerlo prefería no ir convocado.
En el United, su ego también chocó con la llegada de Cristiano Ronaldo el pasado verano. Se cree que cuando en su última entrevista el astro portugués se refería a la actitud de los jóvenes de ahora ("No solo me refiero al fútbol, esta nueva generación, probablemente de los 90 o los 95, ven la vida, el fútbol y los problemas de manera diferente"), se dirigió indirectamente a Greenwood, que no aceptaría bien sus consejos. Los jugadores más destacados del equipo, incluidos el propio Cristiano, David de Gea y Paul Pogba, han dejado de seguir al inglés en Instagram a raíz de su detención.
'Daily Mail' también apunta a un ego desbocado en su negociación con los patrocinadores. En sus últimas conversaciones con Nike, Greenwood exigió unos emolumentos de superestrella, bajo la amenaza de firmar con cualquier otra marca si no se aceptaba su exigencia. Ahora Nike se ha manifestado "profundamente preocupado" por la publicidad negativa que implican las acusaciones contra el jugador y asegura estar "monitoreando la situación".
Su difícil carácter despertó las reticencias del United a la hora de negociar su renovación, aunque finalmente terminaron firmando confiando en que el talento del jugador prevalecería y terminaría madurando. Pero estas últimas acusaciones llevan las polémicas del jugador a otro nivel y podrían ser la gota que colma un vaso que ya rebosa.
El fútbol ha vivido recientemente otros episodios similares que han causado impacto a nivel internacional. Benjamin Mendy, futbolista francés de 27 años, fue suspendido en agosto por el Manchester City tras ser acusado de siete cargos de violación.
El campeón del mundo con Francia ha estado en prisión preventiva desde agosto y salió bajo fianza a principios de este año, a la espera del juicio que dictamine si es inocente o culpable -el próximo 27 de junio-. Su coacusado, Louis Saha, exfutbolista del Tottenham o Manchester United, también fue encarcelado. Ryan Giggs o Robinho, son otros de los jugadores que han sido noticia en los últimos meses por presuntos delitos sexuales.