Las protestas raciales en Estados Unidos se han trasladado de Wisconsin a Washington. Miles de personas se han manifestado por las calles de la capital y se han reunido bajo el icónico National Mall bajo el grito ‘Quita tu rodilla de mi cuello’, en referencia al asesinato de George Floyd a manos de un policía.
La marcha, que para muchos recuerda a la famosa marcha del 28 de agosto 1963 por los derechos civiles y donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso, también ha contado en esta ocasión con un King, su nieta, Yolanda Renee King de 12 años, quien también ha ofrecido un motivador discurso a los jóvenes de su generación a los que pide compromiso con lo que está sucediendo. La niña ha pedido una sociedad “igualdad genuina” y los más jóvenes le pide que después de dominar las redes sociales ahora es el turno de dominarnos “a nosotros mismos”
“Seremos la generación que acabe con la pobreza aquí, en América, la nación más rica del mundo, de una vez y para siempre” ha exclamado desde el atril. “Nos levantamos y manifestamos por amor, y cumpliremos el sueño de mi abuelo”
En un ambiente convulso de la sociedad norteamericana desde la muerte de George Floyd, las protestas han vuelto a las calles después de que el domingo circulara en las redes sociales el vídeo en el que se ve como Jacob Blake, de 29 años, recibe siete disparos a corta distancia por parte de un agente de Policía. El suceso se habría producido cuando Blake trataba de separar a dos mujeres que estaban peleándose.
Por el momento, dos agentes de Policía han sido suspendidos de empleo y sueldo, si bien la Fiscalía prevé presentar un informe sobre el caso en un periodo máximo de 30 días.
Los disparos contra Blake, de 29 años, que se encontraba frente a sus tres hijos cuando se produjo el incidente, han provocado una nueva ola de manifestaciones en ciudades de todo el país.
La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha arremetido este viernes contra el Gobierno estadounidense por su "lenta" reacción ante la brutalidad policial y su laxa ley de posesión de armas.
A raíz de los últimos acontecimientos registrados en el estado de Wisconsin, donde dos personas han muerto en el marco de una serie de disturbios contra el uso excesivo de la violencia por parte de los agentes, el portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, ha lamentado que "este tipo de actos no sean solo recurrentes sino altamente evitables".
Las imágenes del momento en que un agente de Policía dispara siete veces por la espalda a Jacob Blake, que se encuentra hospitalizado en estado grave, "sugiere que los policías hicieron un uso excesivo de la fuerza", ha aseverado. "También es altamente probable que el uso de la fuerza contra Blake fuera discriminatorio por naturaleza", ha añadido.
El jueves, un adolescente de 17 años fue imputado por varios delitos de homicidio por haber matado de varios disparos a dos manifestantes y haber herido a un tercero durante las protestas por el caso de Blake.
"Es inconvenible tener a un menor de 17 años por ahí con un arma automática preparado para disparar de esta manera, en una situación así de tensa", ha recalcado Colville, que ha llamado a la Administración estadounidense a introducir políticas más restrictivas sobre el uso y posesión de armas.
Además, ha insistido en que es de vital importancia que se pongan en marcha una serie de reformas en el Cuerpo de Policía para que no se repitan situaciones como las de Kenosha, en Wisconsin.