La situación en la ciudad portuaria de Mariúpol, al sureste de Ucrania, es dramática. La localidad está arrasada y sitiada por las tropas de Rusia, sin ayuda humanitaria o médica. Un vídeo que recoge el recorrido en coche por la ciudad muestra un paisaje de total destrucción.
En las imágenes, que se han viralizado en las últimas horas, se pueden ver en Mariúpol torres eléctricas derruidas, escombros por todas partes, vehículos calcinados y edificios de los que solo queda la estructura. El vehículo desde el que se graba el vídeo va a poca velocidad, circular por allí en estos momentos es una actividad de altísimo riesgo.
El Ejército de Rusia ha usado una de las armas de guera más brutales que existen. Al grito de 'Allahu akbar', las tropas chechenas, junto a los soldados de Vladímir Putin, emplean un cohetes con cabeza termobárica, tal y como muestra un vídeo difundido en redes. Los invasores comprueban incluso el efecto destructor mientras se apoyan de tanques que se mueven a su antojo por la ciudad.
Nadie, salvo la resistencia militar de Ucrania y los soldados de Rusia se atreve a salir entre los disparos y explosiones. La población está siendo sacrificada sin escrúpulos y quienes se aventuran a huir se saben blanco fácil. Hay cientos de miles de personas atrapadas.
La escapada supone recorrer una ciudad despedazada con cadáveres por el suelo, que esperan un descanso digno, donde cada muro está acribillado a balazos y las ventanas reventadas, como el ánimo de Victoria o Angelina, vecinas de la localidad.
Temen que sus muertes sean tan aterradoras como las de los que hoy entierran en mitad de las calles y avenidas, junto a viviendas arrasadas y residuos bélicos, en los pedazo de tierra reblandecida ahora que se ha ido la nieve y que facilita cavar las tumbas de padres, hermanos o hijos. Es la crudeza de la guerra tras un mes de invasión.